El Banco de México (Banxico) decidió reducir nuevamente la tasa de interés en 25 puntos base, ubicándola en 10.25 por ciento. Esta tercera baja consecutiva refleja el intento de aliviar la presión económica, aunque la inflación en el país sigue siendo un desafío.
La decisión unánime, tomada por la Junta de Gobierno, se sustenta en la evolución reciente de la inflación, que aunque no se ha reducido de forma sostenida, permite aligerar la política monetaria restrictiva que se ha mantenido en los últimos años.
En un comunicado emitido este jueves 14 de noviembre, Banxico detalló que aunque persiste la necesidad de una política monetaria restrictiva para controlar los precios, los recientes datos inflacionarios sugieren que se puede reducir ligeramente el “grado de apretamiento monetario”.
En octubre, la inflación anual fue del 4.76 por ciento, mostrando un leve repunte en comparación con meses anteriores, aunque la tendencia de la inflación subyacente sigue a la baja, lo cual representa un alivio parcial para la economía nacional.
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Este recorte busca fomentar la inversión y estimular la economía, factores cruciales para contrarrestar el panorama de desaceleración que enfrenta el país. Banxico señaló que, pese a la mejora en los indicadores de inflación, la actividad productiva muestra señales de debilidad en un entorno de incertidumbre económica, tanto interna como externa, con un empleo que también se ha desacelerado.
Banxico también ha tomado en cuenta las recientes decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que la semana pasada redujo su propia tasa en 25 puntos base. Aunque Banxico actúa de forma autónoma, las políticas de la Fed suelen ser un punto de referencia para la toma de decisiones, especialmente en el contexto actual de interdependencia económica.
Desde mediados de 2023, Banxico mantuvo la tasa de interés en un máximo histórico del 11.25% como respuesta a una inflación que alcanzó niveles no vistos en décadas. Sin embargo, con signos de desaceleración económica, el banco central inició un ciclo de recortes, primero en marzo de este año, cuando la tasa se redujo a 11%, y luego en agosto y septiembre, cuando fue ajustada a 10.75 por ciento y 10.50 por ciento, respectivamente.
El banco central subraya que esta reducción busca aliviar la presión sobre el sistema financiero y mejorar las condiciones de inversión, en un contexto en el que el país enfrenta dificultades para sostener el crecimiento económico. Se espera que, si las condiciones inflacionarias continúan mejorando, Banxico podría realizar nuevos ajustes en la tasa de referencia.
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