Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional de este jueves 2 de mayo, el vicealmirante Carlos Ignacio VelázquezTiscareño, exdirector del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) gestionado por la Secretaría de Marina (Semar), expuso detalladamente los graves problemas que enfrentaba la instalación antes de la toma de control por parte de la Semar.
Hasta marzo pasado, Velázquez Tiscareño lideró los esfuerzos para reorganizar y limpiar la gestión del aeropuerto, caracterizada por una notable falta de autoridad.
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El vicealmirante describió un panorama en el que predominaba "la falta de comunicación y la escasa coordinación entre las autoridades, además de corrupción en las áreas de migración y aduanas".
Según sus palabras, era común que se presentaran demoras en los procesos de servicio al pasajero y las aerolíneas operaban frecuentemente poniendo sus intereses comerciales por encima de la ley y el bienestar de los usuarios.
"Los espacios eran ocupados ilegalmente, lo que conllevaba a una fuerte acumulación de adeudos que impactaban negativamente las finanzas del aeropuerto, todo ello tolerado de manera injustificada", afirmó Velázquez Tiscareño.
Esta situación resaltaba una gestión deficiente y un vacío de poder donde "quien mandaba en el aeropuerto no era la autoridad", agregó.
Con la llegada de Velázquez Tiscareño y la Semar, se planteó un cambio radical en la administración del AICM.
"El presidente de la República consideró necesario impulsar un cambio para mejorar el servicio, la seguridad y restablecer el orden, aplicando, en condiciones de emergencia, soluciones extraordinarias", destacó el vicealmirante.
Este enfoque estuvo basado en principios de "disciplina, honestidad, orden y responsabilidad", esenciales para reconstruir la estructura operativa y administrativa del aeropuerto.
Esta intervención militar no solo buscaba restaurar la legalidad y la eficiencia, sino también asegurar que el AICM pudiera funcionar como un verdadero nodo de conexión aérea sin las sombras de corrupción y desorden que previamente lo acechaban.
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