El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, optó por no entrar en una polémica con el subcomandante Marcos, vocero del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), después de que este último publicara una carta en la que criticaba duramente al Gobierno federal y a la reforma judicial impulsada en el Congreso.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, el mandatario señaló que Marcos tiene el derecho de expresar sus opiniones y que cada quien debe asumir la responsabilidad de sus palabras. “Cada quien tiene que asumir su responsabilidad y hacerse cargo de sus palabras, de sus dichos”, expresó el mandatario en el Salón Tesorería.
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En su carta, el subcomandante Marcos comparó a López Obrador con varios expresidentes de México, criticando lo que considera defectos similares a los de figuras como Gustavo Díaz Ordaz, Carlos Salinas de Gortari y Felipe Calderón.
Marcos también acusó a López Obrador de combinar lo peor de nueve de sus antecesores, desde el "autoritarismo" de Díaz Ordaz hasta la "frívola superficialidad" de Enrique Peña Nieto.
Además, el líder zapatista advirtió sobre posibles "catástrofes" debido a los megaproyectos de Bienestar promovidos por la actual administración, señalando que estos podrían tener graves consecuencias para las comunidades afectadas.
López Obrador, al evitar profundizar en la controversia, reafirmó su postura de respetar la libertad de expresión, pero sin responder directamente a las críticas del subcomandante Marcos.
Con esta respuesta, el presidente mexicano parece decidido a mantenerse al margen de una confrontación pública con el EZLN, enfocándose en continuar con su agenda de reformas.
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