El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, manifestó su apoyo al derecho de los trabajadores del Poder Judicial de realizar un paro de labores en respuesta a la reforma judicial que su Gobierno impulsa en el Congreso.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, el mandatario aseguró que la Cuarta Transformación no tiene como objetivo perjudicar a los empleados del sector, sino combatir la corrupción que, según él, prevalece en los niveles superiores del Poder Judicial.
López Obrador aclaró que la reforma no afectará los derechos de los trabajadores, y reiteró su compromiso de explicar detalladamente en la próxima conferencia de prensa los alcances y objetivos de esta iniciativa.
"Lo que queremos es corregir, que desaparezca la corrupción en el Poder Judicial, sobre todo arriba, la corrupción que llevan a cabo jueces, magistrados y ministros. Aclaro, no todos, pero sí muchos de ellos que dejan en libertad a delincuentes, tanto del crimen organizado como de cuello blanco", subrayó el presidente.
El paro indefinido comenzó en el primer minuto del 19 de agosto, con la participación de trabajadores de diversas instalaciones del Poder Judicial, entre ellas el Palacio de Justicia Federal y el Consejo de la Judicatura Federal en San Lázaro. Se espera que más entidades se unan a esta acción en las próximas horas. Durante el paro, las sedes permanecerán cerradas, atendiendo únicamente asuntos urgentes.
El presidente López Obrador fue enfático al afirmar que, aunque respeta el derecho a huelga de los trabajadores, aquellos que se sumen a la protesta podrían estar sirviendo a los intereses de quienes buscan mantener la corrupción dentro del Poder Judicial.
"Si teniendo esa información, que la tienen, ellos deciden ir a una huelga, también están en su derecho, nada más que van a servir de paleros a quienes forman parte de la corrupción en el Poder Judicial", advirtió.
La Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed) convocó a la votación que determinó el inicio del paro, programado oficialmente para el 21 de agosto, en protesta por la reforma que se prevé sea votada en el Congreso en septiembre.
IO