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En su sexto informe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador anunció su retiro de la vida pública, destacando logros y la confianza en Claudia Sheinbaum como su sucesora.

Durante su sexto y último informe de gobierno en el Zócalo de la Ciudad de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció su retiro de la vida pública y política, el cual se concretará una vez que entregue la banda presidencial a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, el próximo 1 de octubre. En su mensaje, López Obrador expresó satisfacción y tranquilidad por lo que ha logrado durante su sexenio, así como por el futuro del país bajo el liderazgo de Sheinbaum.

Retiro con la conciencia tranquila

Desde la Plaza de la Constitución, donde tantas veces se reunió con el pueblo durante su lucha por la justicia y la democracia, López Obrador confesó que se jubilará con la conciencia tranquila y con gran felicidad. El mandatario resaltó que nada lo hace más feliz que haber reducido la pobreza y la desigualdad en el país con el apoyo de millones de mexicanos.

Asimismo expresó tranquilidad por entregar la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, a quien describió como una mujer excepcional, experimentada, honesta y con un profundo compromiso con los principios de la Cuarta Transformación. Destacó su confianza en que Sheinbaum continuará defendiendo la igualdad, la libertad, la justicia, la democracia y la soberanía de México.

Orgullo de haber servido al pueblo

El presidente también manifestó su orgullo por haber servido a un pueblo que calificó como trabajador, inteligente, fraterno y heredero de grandes virtudes. El Ejecutivo federal enfatizó que el humanismo mexicano ha sido central en su gobierno, reconociendo y atendiendo a aquellos que permanecieron olvidados y humillados por administraciones anteriores.

Reflexiones finales y llamado a seguir luchando

Aunque se mostró satisfecho con los logros alcanzados, López Obrador reconoció que aún queda mucho por hacer debido a los años de gobierno en manos de oligarcas que saquearon al país. Por ello, hizo un llamado a seguir luchando para fortalecer lo alcanzado y continuar construyendo una patria generosa y eterna.

El presidente concluyó su discurso con una reflexión sobre la felicidad, destacando que esta no reside en el dinero, las posesiones materiales o el poder, sino en estar en paz con uno mismo, con la conciencia y con los demás. Agradeció de corazón al pueblo de México y cerró con un enérgico “¡Viva México!”.

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