Ante la posibilidad de que el próximo 1 de febrero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, imponga aranceles a México, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, afirmó que el gobierno mexicano ha trabajado en distintos escenarios y que no habrá reacciones precipitadas.
"Nos hemos preparado durante meses para cualquier escenario. No te puedo revelar detalles, pero hemos analizado la situación a fondo. No habrá sorpresas ni respuestas intempestivas", aseguró Ebrard.
El funcionario destacó que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha demostrado ser exitoso y reiteró que México continuará con una estrategia basada en serenidad, paciencia y diplomacia.
Asimismo, informó que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) liderará las negociaciones diplomáticas, mientras que la Secretaría de Economía establecerá contacto con sus contrapartes en EE.UU. una vez que sean ratificados por el Congreso de ese país.
Empresarios de EU ven poco probable la aplicación de aranceles
Durante la Asamblea de la American Society, su presidente, Larry Rubin, minimizó la posibilidad de que el gobierno de Trump imponga aranceles del 25 por ciento a productos mexicanos, argumentando que esto podría generar una espiral inflacionaria en Estados Unidos.
"Creemos que es poco probable. Aunque el presidente Trump lo ha mencionado, la colaboración con México ha sido positiva en estos primeros días de su gobierno", señaló Rubin.
Además, destacó que los temas prioritarios para Trump son el narcotráfico y la migración, dejando al comercio en un plano secundario.
1 de febrero: ¿Un sábado cualquiera?
Rubin enfatizó que, pese a la incertidumbre, el 1 de febrero será un sábado como cualquier otro y que los empresarios confían en la estabilidad de la relación comercial entre México y EE.UU.
No obstante, indicó que la fecha clave será el 1 de abril, cuando la Secretaría de Comercio y la Representación Comercial de EE.UU. deberán presentar un análisis sobre el impacto de los aranceles y evaluar si es conveniente mantener el país dentro del T-MEC.
Por ahora, el panorama indica que México mantiene su postura de diálogo y preparación, mientras que el sector empresarial confía en que la relación comercial con EE.UU. seguirá siendo sólida.