Cada 2 de febrero, miles de fieles en México y otros países de tradición católica visten a su imagen del Niño Dios para llevarlo a bendecir en la festividad de la Candelaria. Esta costumbre tiene raíces tanto bíblicas como culturales y forma parte de un ciclo de celebraciones que inicia con la Navidad y culmina con esta festividad.
Orígenes bíblicos de la tradición
La costumbre de vestir y presentar al Niño Dios en esta fecha tiene su fundamento en dos pasajes de la Biblia:
- La Purificación de la Virgen María.
- La Presentación del Niño Jesús en el templo de Jerusalén.
De acuerdo con la Ley de Moisés, las mujeres debían presentarse en el templo 40 días después de haber dado a luz para purificarse y presentar a su hijo recién nacido. Este acto, realizado por la Virgen María y San José con el Niño Jesús, simboliza la consagración del primogénito a Dios. En ese momento, el anciano Simeón reconoció a Jesús como la “Luz del mundo para alumbrar a las naciones”, lo que se relaciona directamente con el significado de la Candelaria, que proviene de la palabra "candela" o luz.
El significado de vestir al Niño Dios y la forma correcta de hacerlo
Los fieles suelen vestir al Niño Dios con atuendos especiales como parte de su devoción. Sin embargo, la Iglesia Católica recomienda que su vestimenta refleje una advocación de Jesús o sea en tonos blancos, como muestra de respeto y veneración.
El vestirlo no solo es una manifestación de fe, sino que también simboliza la responsabilidad de quienes lo acunaron en la celebración de la Epifanía (Día de Reyes). Aquellos que encontraron el "muñeco" en la tradicional Rosca de Reyes el 6 de enero, tienen la responsabilidad de presentarlo en la iglesia y ofrecer tamales y atole, cerrando así el ciclo festivo navideño.
El Día de la Candelaria en la actualidad
Aunque la festividad mantiene su esencia religiosa, con el paso del tiempo ha adquirido matices culturales y familiares. Hoy en día, las personas visten al Niño Dios con distintos atuendos, desde los tradicionales hasta vestimentas inspiradas en santos, ángeles e incluso personajes populares. Sin embargo, la Iglesia hace un llamado a mantener el respeto por la imagen y evitar caracterizaciones que puedan desvirtuar su significado religioso.
En muchos hogares, la celebración del Día de la Candelaria se acompaña de reuniones familiares en las que se comparten tamales y atole, consolidando una de las tradiciones más arraigadas en la cultura mexicana.
Conclusión
Vestir al Niño Dios en el Día de la Candelaria es una tradición con profundas raíces religiosas y culturales. Más allá de la vestimenta, representa un compromiso de fe y unidad familiar que perdura a lo largo de los años, manteniendo vivo el legado de esta festividad.
jgh