En un emotivo discurso durante los Funerales de Estado por los 500 años de la ejecución de Cuauhtémoc, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo destacó la resistencia de los pueblos originarios y el legado del último tlatoani mexica.
Desde el Zócalo de la Ciudad de México, la mandataria reivindicó la lucha histórica de los indígenas frente a la conquista española y subrayó que el humanismo mexicano, esencia de la Cuarta Transformación, encuentra sus raíces en el espíritu indomable de Cuauhtémoc y su pueblo.
"Las mexicanas y los mexicanos nos reconocemos en Cuauhtémoc, porque incluso en las situaciones más adversas, en los momentos más difíciles, no nos rendimos y encontramos la fuerza para seguir manteniendo nuestros principios de libertad, justicia, soberanía e independencia", afirmó Sheinbaum.
La presidenta enfatizó que el racismo, surgido en la colonia como una imposición de jerarquías sociales, aún persiste en algunos sectores, pero su gobierno trabaja para erradicarlo.
"La única forma de hacerlo es recuperar la memoria histórica y reivindicar a los pueblos originarios como la mejor herencia cultural de México", sostuvo.
La mandataria también recordó la valentía de Cuauhtémoc, quien, pese a la adversidad, defendió con honor a su pueblo. Citando un poema anónimo mexica, concluyó: "En tanto permanezca el mundo, no acabará la fama y la gloria de México-Tenochtitlan".
Con este homenaje, el gobierno reafirma su compromiso con la identidad nacional, la soberanía y la justicia social.
IO