
En temporada de declaración anual, es común escuchar los términos persona física y persona moral, conceptos clave en el ámbito fiscal en México.
Ambos tienen derechos y obligaciones ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y deben cumplir con el pago de impuestos según su régimen tributario.
¿Qué es una persona física?
Una persona física es cualquier individuo que realiza actividades económicas de manera independiente, ya sea como empleado, comerciante o profesional de servicios.
Para operar legalmente, debe contar con un Registro Federal de Contribuyentes (RFC) y un domicilio fiscal registrado ante el SAT.
Regímenes fiscales para personas físicas
Dependiendo de sus ingresos y actividades, las personas físicas pueden tributar en distintos regímenes fiscales:
- Régimen de Incorporación Fiscal (RIF): Para quienes realizan actividades empresariales o rentan inmuebles y no exceden los 2 millones de pesos anuales.
- Régimen de Plataformas Tecnológicas: Para quienes generan ingresos a través de plataformas digitales, con un tope de 300 mil pesos anuales.
- Régimen de Arrendamiento: Para quienes obtienen ingresos por la renta de bienes inmuebles.
- Sueldos y Salarios: Para empleados que reciben ingresos de un patrón.
- Enajenación de Bienes: Para quienes perciben ingresos por la venta de propiedades o bienes.
¿Qué es una persona moral?
Una persona moral es una entidad conformada por dos o más personas físicas con el propósito de realizar actividades económicas colectivas.
Estas pueden ser empresas, asociaciones civiles, sociedades mercantiles o cooperativas, y deben formalizarse ante un notario público.
Regímenes fiscales para personas morales
Las personas morales deben inscribirse en uno de los siguientes regímenes fiscales:
- Régimen General: Para sociedades mercantiles, asociaciones civiles, instituciones de crédito y otras entidades con fines de lucro.
- Régimen de Personas Morales con Fines No Lucrativos: Para organizaciones sin fines de lucro, como sindicatos, cámaras empresariales, colegios de profesionales, asociaciones religiosas y partidos políticos.
Conocer la diferencia entre persona física y persona moral es esencial para cumplir con tus obligaciones fiscales de manera correcta y evitar sanciones por parte del SAT.
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