En el marco del Día Internacional de la Mujer, es fundamental visibilizar todas las formas de violencia de género, incluidas aquellas que suelen ser menos comprendidas o reconocidas.
Una de las más devastadoras es la violencia vicaria, una agresión extrema en la que se ataca a los hijos e hijas para causar un daño irreparable a la madre.
Desde que se comenzó a contabilizar en 2013, un estudio de la Universidad COmplutense de madrid señala que más de 40 niñas y niños han sido asesinados en contextos de violencia vicaria en distintos países, una cifra que refleja la crueldad extrema de este tipo de agresión.
¿Qué es la violencia vicaria?
La violencia vicaria es aquella en la que el agresor no solo violenta directamente a la mujer, sino que utiliza a sus seres queridos, principalmente a sus hijos e hijas, para causarle un daño profundo y permanente.
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Ejemplos de violencia vicaria:
- Asesinato de los hijos o hijas para castigar a la madre.
- Manipulación emocional para poner a los menores en contra de su madre.
- Amenazas constantes con quitar la custodia o desaparecer a los niños.
- Destrucción de la autoestima de la madre a través del sufrimiento de sus hijos.
El objetivo principal de la violencia vicaria es ejercer control y dominación sobre la mujer, bajo la lógica de que ella debe sufrir el mayor dolor imaginable.
¿Cómo se relaciona con la violencia de género?
La violencia vicaria es violencia de género, ya que su finalidad es perpetuar el control sobre la mujer y hacerla sufrir de la manera más cruel posible.
"Un maltratador nunca puede ser un buen padre", sostienen expertas en derechos humanos, ya que este tipo de agresión se da dentro de una dinámica de desigualdad y poder que atenta directamente contra la dignidad de la mujer.
Violencia vicaria vs. parricidio: ¿Son lo mismo?
Aunque ambos conceptos pueden parecer similares, hay una diferencia clave:
- Parricidio: Es el asesinato de un familiar con lazos de sangre o adopción, sin una motivación específica de género.
- Violencia Vicaria: Se ejerce con la intención de destruir la vida de la madre y causar un daño permanente en su salud emocional.
El rol de la sociedad en la prevención
Uno de los mayores obstáculos para erradicar la violencia vicaria es la complicidad social que minimiza o justifica estas agresiones.
- Se sigue cuestionando la autoridad de las madres.
- Se normalizan las amenazas de los agresores.
- Se desestima el sufrimiento de los niños como una "disputa familiar".
En muchos casos, las madres denuncian reiteradamente la violencia que enfrentan, pero su palabra es puesta en duda, favoreciendo al agresor con el argumento del "buen padre".
Medidas urgentes para erradicar la violencia vicaria
- Concienciar a la sociedad sobre este tipo de violencia.
- Capacitar a jueces, fiscales y personal educativo para identificar casos de riesgo.
- Fortalecer la protección de las víctimas de violencia de género y sus hijos.
- Garantizar que un maltratador no pueda obtener la custodia de sus hijos.
- Implementar educación en igualdad de género desde edades tempranas.
Un llamado a la acción
Cada 8 de marzo, el mundo recuerda la importancia de avanzar en la igualdad de género, pero la violencia vicaria sigue siendo una realidad silenciada. Reconocerla y combatirla es una responsabilidad de toda la sociedad.
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