Durante los últimos días, alrededor de 600 mexicanos, entre ellos niños y ancianos, han buscado refugio en Guatemala debido a la creciente violencia del narcotráfico en el estado de Chiapas.
El Instituto Guatemalteco de Migración informó sobre esta crisis humanitaria, subrayando la desesperada situación de los desplazados.
De acuerdo con Danilo Rivera, director del Instituto Guatemalteco de Migración, aproximadamente 580 personas han cruzado la frontera de manera irregular para escapar de la violencia provocada por el crimen organizado en Chiapas. Los desplazados se encuentran albergados en dos aldeas del municipio de Cuilco, fronterizo con México.
Violencia en Chiapas
La zona fronteriza de Chiapas ha experimentado un aumento significativo de la violencia debido a los enfrentamientos entre los cárteles de Jalisco Nueva Generación y Sinaloa, las dos mayores bandas criminales de México. Estos conflictos han obligado a muchas familias a huir de sus hogares en busca de seguridad.
Ante la situaciónl, el gobierno guatemalteco ha desplegado varias instituciones de asistencia humanitaria en Cuilco y la protección civil ha activado un "plan nacional de atención" para apoyar a los desplazados. Sin embargo, hasta el momento, ninguna autoridad mexicana ha emitido un pronunciamiento sobre el éxodo masivo.
Situación desesperada en la frontera
La Diócesis de Tapachula en Chiapas denunció que entre el 20 y el 22 de julio, los pobladores fueron "amedrentados, amenazados y obligados a participar como escudos humanos" en los enfrentamientos entre cárteles. Además, los habitantes de la zona fronteriza deben pagar extorsiones, participar en retenes ilegales y enfrentar precios exorbitantes por la mercancía disponible.
La iglesia también ha denunciado la aparente indiferencia y complicidad de la Guardia Nacional y del Ejército mexicano, instando a estos cuerpos de seguridad a intervenir y proteger a las comunidades afectadas que están "viviendo una situación de esclavitud y sometimiento".
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