Especialistas del Colegio de Arquitectos de Yucatán y del Colegio de Ingenieros Civiles del Sureste consideraron que es mejor opción que el Tren Maya en Mérida sea elevado que subterráneo y que la primera opción es viable y compatible con el trayecto, aunque se deben hacer estudios a profundidad para que haya un buen proyecto y se pueda conservar, por ejemplo, el arbolado que hoy tiene el camellón de la calle 39.
El presidente del Colegio de Arquitectos de Yucatán, Elías Cisneros Ávila, consideró que las tres opciones que se analizaron eran viables desde el punto de vista técnico, ya sea a nivel subterráneo o de forma elevada, como al parecer se decidió al final.
En lo particular, dijo que la opción de que el tren corra por un viaducto elevado es conveniente y posible, y es el mismo modelo que ha tenido éxito en otras ciudades, como en Nueva York, desde los años 50, y que se remodeló en el 2000 con gran éxito. También en Chicago, donde hay un tramo elevado, como los hay en Hong Kong y otros sitios.
“Hay muchos ejemplos en el mundo de este tipo de proyectos que son elevados y que a su vez suben la calidad de vida de la población, como se espera pudiera ocurrir en Mérida”, expuso.
Sin embargo, el especialista reconoció que, desde luego, habrá afectaciones como en toda obra, por lo que se tienen que hacer estudios y un buen proyecto que traiga impactos positivos y bajos impactos ecológicos, por ejemplo.
“Creo que hablar de un proyecto subterráneo impactaba más, en tanto que hacerlo elevado resulta una mejor opción, pero además hay que cuidar que se tenga en cuenta a las personas que menos acceso tienen, como los adultos mayores o las personas con discapacidad, por lo que se puede elaborar un proyecto accesible”, indicó.
En este tenor, destacó que bien se puede aprovechar la parte baja del viaducto, pues se pueden hacer parques, espacios deportivos u otros y así conservar la vegetación que se encuentra hoy día en el camellón que corre desde La Plancha hasta periférico, en la zona de Los Héroes.
En esta área, que abarca más de cuatro kilómetros, hay un denso camellón con árboles, en su mayoría nativos, que los mismos vecinos han plantado a lo largo de los años. Entre las especies que pueden encontrarse ahí, están el almendro, flor de mayo, ceiba, tamarindo y chaká.
La señora Evangelina May, vecina de la colonia Mayapán, recordó que muchos de esos árboles fueron plantados por la gente y por ello dijo que ojalá que, si hay algún proyecto de tren, aunque sea elevado, se pueda respetar toda la vegetación, lo mismo que se debe definir qué pasará con todas las casas que están cerca de las vías.
En un tramo como de 500 metros, a la altura de donde están las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y en el cruce con Circuito Colonias, hay una fila de alrededor de 30 predios que están cerca de las vías y que se tendría que resolver qué hacer para no afectarlas, destacó Cisneros Ávila.
Por su parte, el presidente del Colegio de Ingenieros del Sureste, David Carrillo Tec, consideró que el proyecto sí podría cambiar el aspecto de la zona, pero reiteró que es un buen proyecto y que parece interesante, siempre y cuando se pueda elaborar un buen diseño.
“Es interesante lo que se plantea, pero ahora hay que conocer más detalles y cómo se resolverían varios de los temas que hay en cuanto al arbolado o las zonas donde hay casas que están cerca de las vías”, reconoció.
Entre los temas a resolver, comentó, está también la pendiente que habrá para que el tren se eleve, luego de salir de la parte que sería subterránea en el periférico. En cuanto a esto, puntualizó que se necesitan cerca de 200 metros de longitud para que la máquina pueda subir y bajar.
“Es un tema que hay que ver cómo se soluciona, así como la llegada a la estación. Pero se escucha interesante y más práctico al hecho de que fuese subterráneo. Ahora se debe hacer un buen proyecto, si ya se definió que será un viaducto elevado. Habrá que conocerlo”, expuso.
En cuanto a las áreas verdes, el ingeniero consideró que no debe haber mayor problema, porque bien se pueden salvar y, en caso de que no, la misma ley y el Programa de Desarrollo Urbano de Mérida plantean que si se retira una especie se deben plantar cuatro o seis más como compensación; además de que la primera opción es el trasplante.
Finalmente, mencionó que se debe hacer la labor de saneamiento en los terrenos de La Plancha, porque es un hecho que, tras largos años de actividad de los ferrocarriles, los suelos pueden estar altamente impactados y es necesario llevar a cabo acciones de remediación.