Para Juan Chich, el Tren Maya no los va a beneficiar para nada y sí a otros, como el caso del propietario del cenote Yaax-há, que antes era libre para los habitantes de la comisaria de San Antonio y Tixkokob, y hoy es propiedad privada.
Según indicó, ese lugar ya cuenta con red eléctrica que llega hasta el cenote que ya fue trasformado, “vemos que están haciendo trabajos, pero no sabemos de qué y hemos visto que llegan camionetas blancas e ingresan al lugar”.
También, un grupo de jóvenes que estaba cerca buscando leña dijeron que constantemente ven pasar vehículos de color blanco y entran al cenote, pero no dejan pasar, ya que hay una caseta de vigilancia que cuida la reja, además de que está cercado y cuenta con vigilancia, ya que también hay velador.
A un costado del camino, están las señales de donde pasarán las vías del Tren Maya, ya que hay una brecha para distinguir las marcas en el tramo de la ciclopista. Son exactamente cien pasos de la marca hasta el lugar donde se podría localizar la futura estación del tren, lo que equivaldría al ancho total de la vía del Tren Maya. Este lugar incluye una vivienda donde el dueño ya indicó que, mientras se le pague como debe ser, está dispuesto a dejar su lugar para irse a otra parte.
Según dijo Guillermo Cauich Duran, de la hacienda de San Antonio Millet, existen los planos originales donde se demuestra que el cenote perteneció a la comisaria en 1937 y, como se puede observar en ellos, se ve una curva que hace que el cenote quede libre de la división entre los límites de los ejidos de Tixkokob y San Antonio, para que cualquier persona lo utilice, así como funcionó por mucho tiempo, hasta que el delegado de la reforma agraria, Roger Cetz, bajo el agua hizo de las suyas y sacó los papeles a nombre del ejido de Tixkokob. Añadió que esos documentos se los quedó el grupo de los Puch de Tixkokob y ellos lo explotan, “primero lo rentan a un grupo que se dedica a la exploración de cenotes y, cuando vieron que era negocio, lo retomaron para explotarlo y después venderlo a un particular que no permite el paso”.
“Ahora nos dicen que hay vestigios mayas en el interior, sólo ellos saben. Aquí, el particular es quien se beneficiará si ponen una estación en este lugar”, finalizó.
SY