Jorge Canto Alcocer
A principios de este 2018, los analistas económicos de CITIBANAMEX comenzaron a lanzar catastróficos presagios sobre el futuro de México en el caso de que Andrés Manuel López Obrador ganara la elección presidencial. La ofensiva anti-AMLO arreció conforme se acercaba la histórica fecha del primero de julio, advirtiendo de un temible colapso, devaluación, inflación y todos los males imaginables si se materializaba el triunfo popular. Llegó el primero de julio, ganó el pueblo… y los augures callaron temporalmente… unas tres semanas después volvieron a la palestra, desdiciéndose sin escrúpulos, señalando que “no era tan malo el asunto” y que, ahora con el poder a la vista, seguramente López Obrador iba a entrar en razón y se dedicaría, como sus antecesores, a gobernar para los ricos, particularmente para los banqueros.
Tras estos intensos meses de transición, en los que ha quedado claro que AMLO es fiel al mandato popular, el CITIBANAMEX ha vuelto a la carga, bautizando como “el error de octubre” lo que anticipa, tácitamente, como la decisión popular contraria a continuar con la exorbitante construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. En un documento dado a la publicidad este martes, el grupo financiero multinacional descalifica además la consulta, pues señala que el resultado que se dé a conocer en realidad será la voluntad del presidente electo.
En un giro extraño y contradictorio, el documento señala que lo más probable es que AMLO haya sido al fin convencido de que no hay ninguna posibilidad de cancelar el proyecto, por lo que, independientemente del resultado real de la consulta, anunciará la construcción del NAIM. “Es la única opción viable”, “cancelarlo sería un terrible golpe a la productividad”, “las multas financieras y la pérdida de capital invertido serían catastróficas”. Así reza la letanía del documento neoliberal. Convencidos por su propia retórica, los analistas aseguran que López Obrador engañará al pueblo y decidirá contra la voluntad mayoritaria de la sociedad.
En un nuevo retorcimiento, sin embargo, los neoliberales advierten sobre la posibilidad de que AMLO avale el resultado de una consulta contraria a la construcción del NAIM: “sería un desastre para los mercados”, “se confirmaría que su administración es discrecional y populista”. Finalmente, la amenaza categórica: “si se materializa la cancelación del NAIM, nosotros procederíamos a revisar negativamente nuestra perspectiva macroeconómica”.
Así se las gasta el neoliberalismo. Si AMLO no obedece a sus dictados, es un dictador discrecional y populista. Si AMLO no se pone de rodillas frente a los banqueros y los intereses oligárquicos, entonces los pronósticos económicos serán parecidos a los efectos de una guerra nuclear. O se construye el nuevo NAIM, o se construye, repiten hasta el cansancio los chantajistas sin la menor argumentación.
Como millones de mexicanos, he recibido por correo electrónico información pormenorizada sobre la construcción del NAIM. Se trata de información suficiente para tomar una decisión razonada y benéfica para todo el país, para los pueblos campesinos del Estado de México, para las finanzas públicas, y no sólo, como hasta ahora, para un puñado de oligarcas y políticos corruptos, como los dueños del grupo CITIBANAMEX, filial de una de las multinacionales más corruptas y voraces del mundo. Mi voto en la consulta popular, como el de, estoy seguro, la inmensa mayoría de los mexicanos, será para el beneficio de todos y, estoy seguro también, será respetado escrupulosamente por nuestro presidente electo. En este tema, como en el de la elección presidencial, los chantajistas neoliberales se quedarán con un palmo de narices.