Félix Sautié Mederos
...soy otro hermano, otro entre la multitud de hermanos de esta parte del mundo que espera con ansiedad infinita el momento de consolidar el bloque que destruya, de una vez y para siempre, la presencia anacrónica de la dominación colonial (Ernesto Che Guevara en ‘América en el balcón afroasiático’, Obras tomo I Casa de la Américas pág. 387 y 388).
Queridos lectores de Crónicas Cubanas, Ernesto Che Guevara en muchos de sus ejemplos de vida y de sus planteamientos públicos y escritos que nos legó imperecederamente, fue un adelantado del futuro y, como decimos algunos, un verdadero profeta, que en mi criterio deberíamos estudiar siempre en búsqueda de luces, especialmente en los momentos en que la confusión y la desorientación hacia el futuro pudieran hacer presa de nosotros. En este orden de cosas quiero decir que pienso que estamos viviendo un momento histórico de inflexión y de auge de las derechas, hasta las aliadas al fascismo del cual Mr. Trump es un ejemplo encarnado en nuestros tiempos con sus características y especificidades, pero fascismo del puro y el duro. En estas circunstancias y coyunturas encontramos que las derechas, incluso las extremas fascistas con cierta habilidad, las fake news y el control de los medios masivos de información, están logrando confundir a los pueblos irredentos, especialmente en Nuestra América en donde Brasil y Argentina son ejemplos fehacientes. Lo hacen aprovechándose del hastío y la desesperanza popular ante tanta politiquería, errores y corrupciones de las que los pueblos esperan a toda costa por un cambio que pueda llenar sus ansiedades que cada día son más perentorias. Por eso Fidel, en su legado histórico, nos planteó la necesidad urgente de cambiar todo lo que deba ser cambiado.
Pienso que la acción de los dogmáticos de siempre que incluso día a día frenan los cambios necesarios y urgentes, quienes no puedo olvidar que en su momento no aceptaban al Che por considerarlo demasiado radical, y que tanto daño le han hecho a las luchas de los pueblos, de lo cual no estamos exentos en Cuba ni mucho menos, juegan un papel muy importante en los hastíos y desesperanzas de los pueblos. Al respecto de esto nos advirtió, con profetismo y oportunidad en el tiempo, el Che, quien en su obra EL SOCIALISMO Y EL HOMBRE EN CUBA, quizás la más importante que fue publicada inicialmente en el Semanario Marcha, de Montevideo, el 12 de marzo de 1965, nos expresó frases muy explícitas y anticipadoras, algunas de las cuales cito textual:
“Claro está que hay peligros presentes en las actuales circunstancias, no sólo el del dogmatismo, no sólo el de congelar las relaciones con las masas en medio de la gran tarea; también existe el peligro de las debilidades en que se puede caer...
“Falta el desarrollo de un mecanismo ideológico cultural que permita la investigación y desbroce de la mala hierba, tan fácilmente multiplicable en el terreno abonado de la subvención estatal...
“Nuestros revolucionarios de vanguardia tienen que idealizar ese amor a los pueblos, a las causas más sagradas y hacerlo único, indivisible...
“...Hay que tener una gran dosis de humanidad, una gran dosis de sentido de la justicia y de la verdad para no caer en extremos dogmáticos, en escolasticismos fríos, en aislamientos de las masas. Todos los días hay que luchar por que ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo y de movilización...
“La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud: en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos la bandera”.
Considero, en consecuencia, que los cubanos tenemos a mano suficientes ejemplos y conceptos incluso resumidos por Fidel en su legado histórico de lo que es Revolución, para no amilanarnos ante el avance de las derechas y del fascismo en el mundo, especialmente en nuestra América en donde Mr. Trump y sus acólitos de extremas derechas e incluso del fascismo nos amenazan muy seriamente y que todos conocemos. Es urgente aislar y dejar de lado a los dogmatismos, escolasticismos, burocratismos y corrupciones que abonan las dudas y las desesperanzas que pudieran llegar hasta nosotros.
Así lo pienso y así lo expreso en mi derecho a pensar con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.