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Opinión

¿Transición de terciopelo?

Por Gilberto Balam Pereira

Inesperadas decisiones del próximo Presidente que han causado descontento y sorpresa y que despiertan dudas y rechazo entre sus más sólidos y firmes seguidores de campaña. Ha sido una irrefrenable serie de determinaciones inconcebibles en un AMLO democrático quien por táctica o por alguna otra intrigante razón, estas decisiones han sido definidas e informadas como ciertas a los ciudadanos. Quizá sean resultado de una fatiga obnubilante y altamente intensa de la campaña previa. Veamos.

Gómez Urrutia inhumano “charro”

de mineros

Este “dirigente” de obreros es secretario general de Trabajadores de la minería, metalurgia y similares, quien por temor a denuncias por corrupción que se le hacían, cargó con sus millones expoliados de los salarios de los obreros para huir y asilarse voluntariamente en Vancouver, Canadá, desde 2006.

Pronto regresaría a México con la designación de candidato a senador por Morena, ¿como producto de una decisión unipersonal o de una consulta grupal previa? Quién sabe.

Dudas en los foros sobre pacificación

Ya desde el segundo día de estos foros, la información recabada por los reporteros era de que “la gran mayoría de los familiares de las víctimas de la violencia en el campo y la ciudad no están de acuerdo con la amnistía ofrecida por López Obrador a los asesinos de sus esposos e hijos”.

Extraoficialmente se comentó en el segundo foro que el resultado de la consulta a los familiares era su desacuerdo con la amnistía a los delincuentes del narcotráfico y de la delincuencia organizada, a fin de lograr la reconciliación y la paz. Otra vez, ¿quién sabe?

Prohibido hablar ahora de “rapiña voraz”

Comenzando con los diez industriales más ricos de México, el Consejo Mexicano de Negocios fue la primera organización importante en felicitar “efusiva, cordial y sinceramente a AMLO por su exitoso triunfo en las elecciones recientes para Presidente de la República, a quien ofrecemos todo nuestro apoyo y respaldo para consolidar sólidamente su inminente gobierno en beneficio de los intereses de la población”.

Me parece que desde entonces no se volvió a hablar de la “minoría rapaz”. Otra vez, ¿quién sabe?

No es ninguna indiscreción de que el único interés que concierne a los industriales es asegurar las enormes ganancias que les dejan sus negocios a través del manejo del mercado.

Desde siempre este sector ha sido privilegiado en el cumplimiento de sus obligaciones fiscales, al grado de que cada año les devuelven los impuestos por la vía de la Secretaría de Hacienda para mayor discreción. Medida obligada por el “mérito de estar creando empleos en el país”.

Señores del CMN, la Nación entera espera de ustedes, que en su condición de seres humanos cumplan con la Ley Fiscal y cubran cabalmente sus impuestos como cualquier hijo del vecino y que no exijan que se les devuelvan como sucede cada año.

Además, la Nación les exige que paguen salarios justos a sus empleados, al cabo que a pesar de ello, seguirán obteniendo elevadas ganancias en los mercados nacionales e internacionales, mientras ustedes cumplen con los Derechos Humanos de sus trabajadores.

El Tren Maya, ¡Noooooo!

Aplausos y regocijo de los empresarios del turismo. Por naturaleza, el ramo del turismo es del beneficio de la iniciativa privada. Los campesinos e indígenas no reciben nada. Y el colmo es que, comúnmente, estos turistas Premier viajan con la promoción del VTP, viaje todo pagado, y ahí tienen que ni propinas dan a los empleados.

Desde hace un tiempo señalé que los puntos que son del interés del turismo están bien intercomunicados por la vía de carreteras transitadas por cómodos autobuses. Tanto en Yucatán como en Q. Roo.

Amenaza. El renglón más oscuro y agresivo del Tren Maya es el enorme maltrato que se dará a las tierras y viviendas de los campesinos e indígenas, durante la construcción de la infraestructura ferroviaria.

En fin, mis estimados, mi opinión es un rotundo NO al famoso y cacareado nuevo tren, que no es indispensable ni para el turismo ni para la población rural y urbana de la Península.

Ese dinero de inversión se propone para construir escuelas y hospitales en abandono casi total.

Aprovechando el viaje comentaré:

Una de las obras más costosas, el NAICM

Desde principios de año, di a conocer mis puntos de vista acerca de la construcción de la obra más cara del sexenio en el país, con un gran sector de pobreza. Es el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Obra que serviría para engrosar el enriquecimiento de los grandes empresarios, mientras el fallido Presidente actual expropia el agua de la población para los industriales y aumenta a diez mil millones de pesos la deuda pública sin proyectos sociales.

Razones para cancelar la obra.

El equipo encargado de conducir la realización del NAICM, técnicos expertos, se inclina hasta estos momentos por la cancelación de la obra más ambiciosa del actual sexenio. Las razones: elevado costo previsto de más de 285 mil millones de pesos; negativas consecuencias hidrológicas para el Valle y la Ciudad de México; la tercera razón es el conflicto social derivado de la oposición de los pueblos aborígenes, ejidatarios que ancestralmente han habitado el Valle de Texcoco y que han mantenido resistencia a la obra, porque aboliría la existencia de numerosos conglomerados con la desaparición de gran parte de la cultura tradicional de la zona.

¿Continuación o cancelación?

El punto más delicado es el problema del agua en la región y en la capital.

El objetivo debería ser la necesidad imprescindible de la obra y no el capricho de la creación de una producción onerosa a costa de la agresividad a los intereses y necesidades de la población ancestral.

Este servidor se pregunta ¿cómo es posible planear majestuosas obras de lucimiento con intereses empresariales y del gobierno sin mejoramiento de los ejidatarios del territorio?

¡Deténgase la obra! Pedimos, por lo siguiente.

Las enormes proporciones que está adquiriendo la obra del Nuevo Aeropuerto y las obvias prisas que se tienen para lucir los avances en unos cuantos meses, no han permitido una coordinación razonable de precisiones entre los responsables de áreas de la construcción. Indisciplina, prisas, falta de coordinación en áreas complejas de construcción y andamiaje. Todo ello nos está anunciando la enorme gravedad de errores e imprecisiones que pueden estar siendo acarreados por dudosa capacidad de los constructores físicos. Sólo el tiempo lo dirá.

Al presidente le han informado los técnicos sobre algunos riesgos de la obra, supuestamente especialistas en construcciones lacustres, como si al tal Peñasco le interesaran posibles futuros desastres y muertes ajenas por colapso del NAICM.

En febrero pasado, el AI de la Ciudad de México tenía un sobrecosto de 50 mil millones de pesos. Los contratos otorgados a las empresas que participan en la edificación no han sido transparentados por la Federación.

El Peñasco paga 128 millones por el registro de datos a empresas cuyos dueños son un misterio.

Nadie sabe dónde queda el dinero. Ni la Auditoría Superior sabe dónde quedaron, por ejemplo, mil millones de pesos del Nuevo Aeropuerto de la CdMx, sólo en el 2016.

Estado actual del Aeropuerto (sin dinero).

A alguien preguntó el gobierno: “¿nos autorizan a echar mano de sus Afores para continuar la obra del Nuevo Aeropuerto? Porque sabrán que “nosotros ya no tenemos dinero” (sic) aclararon esto último los constructores.

Vamos, decimos que no pidieron nuestra autorización para usar nuestras Afores en esta polémica obra.

Sobre todo, se sabe que el terreno lacustre de Texcoco puede en un futuro inmediato colapsar y engullir el Aeropuerto del que fuimos también inversionistas.

A Peña le han informado los técnicos especialistas del riesgo de las construcciones en áreas lacustres, pero el tal Peñasco carece de sensibilidad acerca de obras de gran peligro para la población.

No le interesaran posibles futuros desastres y muertes ajenas. Lo hemos comprobado con la indiferencia que ha mostrado el gobierno ante los daños y vidas que se han perdido a causa de desastres de obras públicas.

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