Opinión

La herencia maldita

Ricardo Ravelo

El panorama que en Veracruz enfrentará el nuevo Gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, es verdaderamente desolador. Miles y miles de carpetas de investigaciones abiertas por asesinatos y desapariciones se quedarán archivadas, miles de millones de pesos en deudas y quizá uno de los más elevados niveles de corrupción e impunidad es la herencia maldita de Miguel Ángel Yunes Linares, quien incumplió los compromisos contraídos con los veracruzanos.

Panista reciclado, Yunes Linares no ha cambiado. Es el mismo de siempre, por eso su actuación como Gobernador del Estado ha causado decepción y odio hacia este expriísta que durante su carrera política ha cobrado fama de traidor.

Sin un discurso político congruente –su falta de seriedad ha sido más que evidente–, Yunes Linares había dicho en meses anteriores que al concluir su administración dejaría en las arcas del Estado unos 20 mil millones de pesos. Claro, lo dijo porque entonces abrigaba el proyecto de que su vástago, Miguel Ángel Yunes Márquez, fuera el sucesor en la gubernatura del Estado. Pero no fue así.

Lo sorprendente es que hace apenas unos días, en medio del conflicto desatado por la falta de emisión de licencias por parte de la empresa Cosmocolor, Yunes Linares salió a decir que no le pagará a ningún empresario que no haya prestado servicios durante su administración.

Y de paso le soltó una bofetada al Gobernador electo, Cuitláhuac García, al decirle que no dejará un peso en las arcas porque el presupuesto lo ejercerá en su totalidad hasta el 30 de noviembre de este año.

También dijo públicamente que el nuevo Gobernador tendrá que gestionar préstamos o adelanto de participaciones federales para cubrir sueldos y aguinaldos.

Así de claro.

Hace dos semanas, un juez de alzada obsequió un amparo a los empresarios a los que se les adeuda desde el gobierno de Javier Duarte para que el gobierno de Veracruz les pague sus cuentas pendientes. Yunes desacata a la autoridad y afirma que el gobierno carece de recursos.

Sin embargo, son más elevadas las deudas que heredará Yunes a los veracruzanos y al nuevo gobierno: una deuda social impagable, un nivel de corrupción atroz y los más elevados índices de violencia jamás vistos en el Estado. Vivir en Veracruz es peor que radicar en Afganistán.

También heredará un grave problema derivado del conflicto por la falta de emisión de licencias. Esta semana fue crítica debido a que la empresa Cosmocolor denunció que el gobierno de Veracruz le adeuda 110 millones de pesos desde 2017 y se niega a pagarles. Lo peor es que de buenas a primeras un alto funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública suspendió a la empresa para otorgar el servicio y apareció una empresa recomendada –Ibero Azteca 2000– que no tiene oficinas en el Estado y ni siquiera computadoras.

Lo grave de todo esto es que por “órdenes superiores” a Cosmocolor le arrebataron el servidor con la base de datos de los millones de personas con licencias. Cuando personal de Cosmocolor quiso usar las conexiones con el servidor éste ya estaba desconectado y sus técnicos detectaron que el cerebro electrónico había sufrido siete millones de ataques, es decir, hakearon la base de datos donde están los registros de los usuarios de licencias, direcciones, teléfonos y otros datos estrictamente personales.

El gobierno de Veracruz no se hace responsable del uso o mal uso de los datos personales de las personas y aquí viene el gran riesgo: que la base de datos puede ser usada para vender la información a alguna empresa, para localizar a personas, inclusive por parte del crimen organizado, o para negocios electorales. Nadie sabe en manos de quién o quiénes está toda la información. De este tamaño es el desaseo del gobierno yunista.

De acuerdo con la empresa Cosmocolor, el problema tronó debido a que un alto funcionario del gobierno quiso beneficiarse con el negocio de las licencias incorporando a la empresa Ibero Azteca 2000. Por esa razón, Cosmocolor emitió la última licencia el pasado 17 de septiembre y desde entonces unas 30 mil solicitudes están detenidas.

El miércoles 26 de septiembre, abogados de la empresa Cosmocolor realizaron gestiones legales en la ciudad de Xalapa, Veracruz: interpusieron un amparo contra la orden de cancelación de servicio sin restricción del contrato vigente y realizaron un plantón en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública que terminó en negociación con funcionarios del gobierno. El resultado: que Cosmocolor seguirá prestando el servicio de emisión de licencias y es probable –si es que Yunes no les mintió– que les cubran la deuda pendiente desde hace un año.

Cosmocolor presta el servicio de emisión de licencias en Veracruz desde hace diez años y a pesar de que el gobierno de Yunes le adeuda 110 millones de pesos, la compañía siguió prestando el servicio y cumpliendo con sus trabajadores y renta de espacios donde opera en todo el Estado.

Este es uno de los graves conflictos que hereda Yunes, pero existen otros problemas mayúsculos: el Gobernador asegura que ejercerá el presupuesto de 110 mil millones anuales que le aporta la Federación hasta el último día de su gobierno, pero en ningún momento ha explicado en qué los gastará.

Sigue sin informar, por ejemplo, en qué invirtió el dinero asegurado a Javier Duarte y cómplices –lo que la PGR le entregó en cheques–, tampoco ha explicado qué hará (o qué hizo) con las propiedades decomisadas al exmandatario preso y sus socios –casas, ranchos, hoteles– y que el mismo Yunes, en funciones de policía, gestionó, según dijo, para que se desvolvieran “esos bienes a los veracruzanos”.

Ahora el Gobernador electo Cuitláhuac García tendrá que navegar a contracorriente: está obligado a que el Congreso del Estado, que entra en funciones el próximo 5 de noviembre, le autorice en forma urgente contraer un préstamo para cubrir adeudos y especialmente sueldos y aguinaldos.

Lo que sí es un hecho es que a partir del 1 de diciembre de este año, cuando Andrés Manuel López Obrador tome posesión como presidente de la República, otros vientos comenzarán a soplar en el país y en Veracruz.

No será fácil la tarea. Pero existen muchos proyectos importantes, sobre todo para el sur del Estado, donde se invertirán miles y miles de millones de pesos en diversas obras, lo que generará una derrama económica importante.

Aunque se hace larga la transición, falta muy poco para que termine la pesadilla sexenal de Enrique Peña Nieto y la tragedia de Yunes Linares en Veracruz, cuyo gobierno ha sido uno de los peores en la historia junto con el de Javier Duarte, quien por cierto puede salir de prisión en tres años. ¡Qué pena!

(SINEMBARGO.MX)