Opinión

'Cumplí con el 97% de mis compromisos”

Gilberto Balam PereiraEcos del último Informe Presidencial

 

Narcisismo, egocentrismo, religión, ambición, libertinaje y otras cualidades que por influencia del padre, Gilberto Enrique del exclusivo grupo financiero y aristocrático de Atlacomulco, Edomex, crearon a un personaje ambicioso por la riqueza y desde su primera juventud se vio envuelto en constantes escándalos legales. Tal fue el caso incógnito del fallecimiento de su primera esposa; así como la muerte de una niña fallecida en la casa del entonces gobernador Peña Nieto que ameritó sorpresivamente los cambios de los indicios legales y comprometedores de la escena del deceso infantil.

Las encerronas y orgías en la casa de este gobernador eran frecuentes, con la asistencia de figuras de Televisa y otros invitados exclusivos.

La preocupación por la ilustración y la cultura de este político, que pronto figuró en el Grupo Atlacomulco, no fue motivo de ningún interés y tampoco la sensibilidad por los problemas sociales.

En términos muy resumidos, tenemos idea del ciudadano mexiquense que “por azares del destino” lo tuvimos que soportar estoicamente por seis años como presidente de la República. Consecuente a su personalidad, cultivó desde un principio a su grupo exclusivo del gabinete y otros colaboradores, excluyendo a los demás militantes de “su partido PRI” que no parecían ser tomados en cuenta.

Algunos ecos del 6º. Informe

Presidencial

Al terminar el Informe, Muñoz Ledo se acercó a “felicitarlo” y Peña le dijo: “he cumplido con el 97% de mis compromisos” y ambos rieron a carcajada batiente conscientes de la inconmensurable mentira.

Académicos rechazan cuentas alegres: “El informe presentó una larga lista de ‘mejoras’ como la que bajó la pobreza y también algunos delitos como la corrupción, en cuyos casos hubo sanción. La UNAM contradijo y destacó que 62 millones de mexicanos carecen del ingreso suficiente para adquirir la canasta básica y 56% no tiene acceso a la seguridad social.

*De los ex gobernadores denunciados por malversación del presupuesto, unos están en prisión, algunos bajo juicio y otros, prófugos. La mano de Peña ha intervenidos en todos los casos.

Me permito llamarle al presente sexenio, que por fortuna está por finalizar, el récord de récords, de cuyos indicadores podríamos elegir los siguientes:

Indicadores sociales de mayor importancia

1 Homicidios, más de 300,000 se estiman al finalizar el año.

2 De éstos, se ha informado oficialmente que 671 son feminicidios, como coeficiente muy conservador digo, porque algunos estudiosos aseguran que el número es más elevado y que las tasas de feminicidios son las más elevadas en América Latina.

3 Pobres, 55 millones sumidos en la mayor miseria (45% en 2017).

4 De este indicador de pobreza podemos tener, también por inferencia un cálculo estimado de la desnutrición preescolar, si partimos de que en cada familia pobre hay uno o dos niños de esta edad. A este respecto, lamentablemente el INEGI publica sus informes cada 10 años. Por pura hueva, ningún servicio de salud calcula sus propias estadísticas vitales, sino que se atienen a lo que les manda este Instituto (Inegi). Como ejemplo, para Yucatán podemos mencionar el dato de 63% de desnutrición aguda en menores de 5 años de edad en población marginada (Cinvestav del IPN, 2012).

5 Obesidad, segundo lugar, después de EU. Es una forma de desnutrición o malnutrición por deficiencia alimentaria. Está regida por el consumo de exceso de alimentos de calorías baratas por falta de recursos. Sus consecuencias: hipertensión arterial, tendencia al cansancio, esterilidad, embarazos disfuncionales.

6 Empleo. Por razones de publicidad patronal, con frecuencia se publica en los medios que el desempleo va disminuyendo, por convenir así a los intereses empresariales. No, amigos. No puede llamarse empleo a una actividad temporalmente contractual, sin ninguna prestación mínima de seguridad a la salud o de capacitación ni prestaciones familiares. Además, son contratos a base de los salarios más bajos en comparación a los que se pagan en países en desarrollo.

7 Educación. Demasiadas vueltas le han dado a la cacareada Reforma Educativa, que no tiene nada de reforma, más que un contenido burocrático y administrativo con el fin de “evaluar” a los docentes y dar de baja del servicio a los que no cumplen con los coeficientes definidos por el Lelo Núñez, quien no sabe ni “ler”. La Reforma agrede la educación pública y a los maestros, con miras de privatizar la enseñanza, es el principal objetivo del neoliberalismo. No contempla el gobierno ningún principio tecnológico ni grados superiores y posgrados para los docentes en servicio. Por fortuna está por derogarse dicha Reforma.

8 Planes de capacitación para los trabajadores en general, a fin de incentivar el desarrollo. Ningún plan de éstos estuvo en el sexenio.

A la oligarquía no le interesa la superación moral y laboral de los trabajadores, sólo se preocupa por sus intereses de enriquecimiento. Los países de economía emergente, como países europeos y China, han puesto especial énfasis con éxito en atender la salud, la educación y la capacitación de sus trabajadores con los que están obteniendo un aceptable desarrollo.

En fin, como colofón, ni salud, ni alimentación, ni educación, ni capacitación han sido atendidas por el gobierno del Peñasco. Nada de nada.

Periodistas asesinados

El cuarto reportero asesinado en lo que va del año fue en Villahermosa, Tab., hace unos días. Vamos, inesperadamente, desde Ciudad Victoria, Tam., nos informan que ayer asesinaron a golpes al periodista Héctor González Antonio, el número 50 del sexenio.

Agreguemos tres mujeres periodistas asesinadas el último día de mes: una en Puebla y dos en Oaxaca, sumando así 53 en el sexenio.

El 2017 fue el año más violento: 12 periodistas asesinados, uno por mes. Cada presidente supera en número de víctimas a su antecesor. Lo que coloca a México como el país latinoamericano a la cabeza en la frecuencia del problema.

No podría deducirse que en esta victimización influye más el narcotráfico que las causas políticas. Aunque a simple vista se observa que una mayoría de casos son periodistas asesinados que vienen desempeñando su labor diaria, preocupados por la corrupción del gobierno al cual con frecuencia cuestionan y critican.

Es la razón por la cual no le interesa al gobierno federal investigar con responsabilidad e interés. Y así, se espera que el problema persista con aumento de víctimas a causa de la impunidad.

Políticos asesinados

En lo que va del sexenio hasta el 30 de mayo, 112 políticos han sido asesinados en México y de éstos, 38 eran candidatos o precandidatos. 74 se desempeñaban en el ámbito municipal, donde parece concentrarse la violencia. Más recientemente, tres se registraron en Chihuahua y uno en Guanajuato. Como consecuencia, más de 1,000 candidatos han renunciado a sus aspiraciones en Guerrero, Jalisco, Oaxaca y Chihuahua. El 9 de junio fue acribillado un candidato del PRI, en Coahuila.

De la economía

Es quizá, junto con los Derechos Humanos, los problemas más analizados y comentados por los comunicadores progresistas.

Por nuestra parte, cuando hemos señalado que la deuda pública externa ha rebasado en este sexenio los 10 billones de pesos y el crecimiento económico ronda el 2%, estamos hablando del desastre que ha sido la conducción de la política en el presente régimen.

Hemos sido pacientes testigos de la devastación de la riqueza del país por el gobierno, en complicidad de los hurtos fiscales de las grandes empresas trasnacionales, las cuales han visto multiplicar exponencialmente sus fortunas; nos han despojado bárbaramente de la riqueza del país, como el petróleo, las minas de oro, plata y otros metales, las carreteras, y otros bienes colectivos más.

La inflación ha llegado a niveles desesperantes, a la par con la elevación diaria del dólar.

Sí hubo un gasto exagerado e ineficiente en comunicación social y además recortes en salud, educación y en el campo, ¿a dónde fue a parar ese dinero? Los responsables de los “moches” son el Peñasco, el Meado y el Videgaray. Una parte destinan al financiamiento de las campañas electorales, que por suerte las recientes elecciones las perdieron las derechas.

La fuga de capitales en el presente sexenio llegó a los 100 mil millones de dólares, la mayoría hacia EU.

Seguridad en vías de comunicación

En Seguridad, Peña Nieto ha fracasado. Esta administración se ha equivocado una y otra vez luego de que en los últimos meses se han incrementado 500% los índices de atracos en vías de comunicación, especialmente en vías ferroviarias. No les presta ninguna atención. Nada de prevención ni de procuración de justicia.

Desafortunadamente la delincuencia no tiene sexenios ni ciclos electorales.

Odebrecht, un intríngulis

Vamos, un auténtico “xek” que trae de todo como en una película de suspenso: variedad de países participantes, gobiernos comprometidos, agentes encubiertos, contratos ilegales y tramposos, sobornos, propinas, “mordidas”, prestanombres, actas con cientos de copias, viajes, citas y entrevistas clandestinas, chantajes, offshores, paraísos fiscales, transferencias de sobornos a campañas electorales, etc., etc.

Apenas ayer me enteré que un protagonista siempre viajero, encubierto, representante de Peña ante la empresa brasileña fue por varios años el tal Javier Duarte, hoy en prisión pero que ya le preparan el “perdone usted”.

Se roba la película el multicitado en las redes, siempre a salto de mata, Emilio Lozoya Austin, el astro del film, el mero mero brazo derecho de Peña Nieto.

De los sucesos diarios

Son de todos los días los escándalos gubernamentales como la Casa Blanca, el tren México-Querétaro, la casa veraniega en Malinalco, los sobornos y contratos de Odebrecht y OHL, los Panama Papers, los casos Duarte de Chihuahua y Veracruz, los abusos del gobernador Borge en Q. Roo, el escandaloso billonario aumento de la deuda pública, la Gran Estafa del Pacto por México y los continuos desvíos de las partidas presupuestales con la complicidad de la Secretaría de Hacienda y su secretario Meade (no debe pronunciarse Mid, sino en español es, Meade, vamos, parecido a meado), la farsa clandestina de los costos del Nuevo Aeropuerto, el abandono del tren a Toluca, etc. todo con miras a consolidar y eternizar el poder de la misma casta cleptócrata.

Estados y municipios sin obras públicas, endeudados y quebrados, sin cuentas claras. Como dice Denise Dresser, “todos herederos del mismo ADN de Peña y de Videgaray”. Desacreditando y destruyendo las instituciones, digo, y vendiendo a extranjeros la riqueza petrolera, la minería, las carreteras y hasta el agua. La triangulación de fondos con recursos públicos para obtener ganancias personales y para gastos de campañas electorales.

Una nueva generación de priístas

Han enaltecido la megalomanía y el narcisismo de su jefe de Atlacomulco a quien imitan, y ya enseñados a la proclividad hacia los paradisiacos hurtos de los recursos de los mexicanos.

Aquellas virtudes de los viejos priístas todavía progresistas y soñadores, han quedado atrás muy rebasados por una nueva generación que ya maneja cuentas de billones financiados por los banqueros internacionales. Una nueva generación de virreyes que acumulan riqueza al igual que su presidente y que han dominado el sexenio, pero que por fortuna también ya se van con su jefe.

Es una nueva generación que no entiende los anteriores malabares institucionales ni las leyes y paradigmas del Estado, el cual figura ya abandonado a la vieja arqueología.

Las aficiones se han modernizado a la colección de naves aéreas y excursiones de amigos especiales a los confines del mundo (VTP). También tienen la manía por la adquisición de multiplicidad de tierras, costas, edificios y residencias, así como la opacidad pública en el cúmulo de millones extraídos de la riqueza de las poblaciones cada vez más empobrecidas. Es la expresión más dogmática del neoliberalismo.