Opinión

Max Lesnik

Nunca y nada más oportuno, a propósito de la visita del Presidente cubano Miguel Díaz-Canel a tierras mexicanas, a invitación del mandatario de ese hermano país, Andrés Manuel López Obrador, que traer a cuenta la popular canción del “charro de todos los charros”, Vicente Fernández, cuya letra proclama a toda voz que “Como México no hay dos”.

Y así es, en efecto –como México no hay dos– porque al Presidente López Obrador no le tembló el pulso al estrecharle la mano amiga a su homólogo cubano en estos tiempos convulsos y peligrosos en que Estados Unidos, bajo la administración Republicana del Presidente Donald Trump, arrecia su cerco económico y diplomático contra Cuba en un intento más por doblegar a la pequeña pero viril nación caribeña, que por más de sesenta años ha resistido estoicamente las mil y una más agresiones del poderoso imperio norteño que Martí bautizó metafóricamente como “El Gigante de las Siete Leguas”.

La solidaridad mexicana con Cuba viene de muy atrás, de cuando José Martí tocó a sus puertas y las puertas se abrieron para nuestro apóstol en el corazón de su amigo entrañable Manuel Mercado, a quien escribió desde la manigua cubana su carta- testamento político, el 17 de mayo de 1895, dos días antes de su muerte-suicida en Dos Ríos, en la que le señalaba el peligro cierto de que los Estados Unidos cayeran con esa fuerza sobre nuestras tierras de América.

Y fue México –que como México no hay dos– quien también le abrió sus puertas a los jóvenes revolucionarios cubanos de la “Generación del centenario”, que de allí partieron hacia Cuba en la aventura sublime del yate “Granma” para librar la gesta heroica de la Revolución Cubana.

Y cuando todos los gobiernos del continente americano, siguiendo los dictados del Washington imperial, rompieron relaciones diplomáticas con Cuba, en un intento más por estrangular la Revolución cubana, fue también México –Como México no hay dos– el único país del hemisferio que le dijo que NO al imperio, manteniendo sus lazos de solidaridad amistosa con el pueblo y el gobierno cubanos.

Gracias, mil gracias Presidente Manuel López Obrador –el querido AMLO– por su gesto de amistad con Cuba, su gobierno y su pueblo rebelde y revolucionario.

En nombre de todos los cubanos proclamamos a todo pecho: ¡Que como México no hay dos!