Alvaro Cepeda NeriConjeturas
I.- El nuevo Fidel Velázquez del sindicalismo a la sombra de Morena, es Napoleón Jr., hijo del padre con el mismo nombre que estuvo más de un cuarto de siglo mangoneando al sindicato de mineros. Así, padre e hijo, éste por herencia, el otro por priísta, van por medio siglo viviendo como “líderes” de sindicatos patronales al servicio de un partido en el poder presidencial. El junior se fugó, dizque porque de tan honrado dice que lo persiguieron. Vivió como rey en Canadá dándoselos de asilado político; mientras se fue colando al lopezobradorismo y ya lo premiaron. Ambos se tuvieron que ver con los, a su vez, padre e hijo de los Larrea y con las empresas canadienses, dueños de la minería mexicana que se han estado llevando sobre todo el oro y la plata, con anuencia del presidencialismo del PRI, del PAN y ahora de Morena. En este tipo de actividades, constantemente los trabajadores sufren terribles tragedias, como la ocurrida el 19 de febrero del 2006, en la mina Pasta de Conchos, del municipio San Juan Sabinas, en el estado de Coahuila.
II.- En ese entonces quedaron sepultados 65 mineros por una explosión y Gómez Urrutia y Larrea se echaron la responsabilidad; y no obstante las demandas de los familiares de los mineros para que al menos rescataran sus cadáveres, “Napo” o “Napito” y Germán Larrea júnior, dejaron aquello como una sepultura masiva. Así que se ha puesto nuevamente al día la idea de rescatarlos, debido a un compromiso que hizo López Obrador y éste ha ordenado que se proceda, con ayuda de rescatistas experimentados de otros países, a sacarlos de esa mina clausurada. “Napito” anda muy “solidario” con las familias de los muertos y el mismo Larrea le envió una carta al Presidente para colaborar; lo que el inquilino de Palacio Nacional ya aceptó. Es claro que ha de ser un trabajo harto peligroso, cavar para profundizar hasta donde yacen los restos de esos 65 mineros. Pero en lugar de que “Napito” se dedique a la tarea que le corresponde, se ha puesto a intrigar a Larrea sobre un hecho que requiere de inmediato darse a la búsqueda de los restos humanos.
III.- Estamos, pues, ante otro problema de los miles que heredó López Obrador de las nefastas administraciones anteriores. Y no hay duda de que Larrea júnior debe cubrir los costos del rescate y concretar el apoyo ofrecido al gobierno federal para efectuar una obra que durará más de tres años; que cumplirá con una de las promesas de campaña que hizo López Obrador. Y a su vez para que las familias lleven a cabo la tradición de darle sepultura a los 65 mineros ahí fallecidos por las precarias condiciones en que laboraban. Así que el nuevo Fidel Velázquez que es “Napito”, anda muy provocador porque lo hicieron senador; y de esta Cámara, presidente de la Comisión del Trabajo. Y de pilón, designado dueño de la Confederación Internacional del Trabajo y único secretario del sindicato nacional minero. Los militantes de Morena llegaron al poder con sed de venganza. Y a “Napito” le importa más desquitarse de Larrea, que rescatar a los 65 mineros sepultados en Pasta de Conchos.
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