Opinión

Guillermo Fabela Quiñones

Apuntes…

La derecha en México no acepta estar en la sombra, quiere brillar al precio que sea, como lo dejan ver los ex mandatarios surgidos del PAN, cuyo protagonismo no escatima recursos. Tal parece que tanto Felipe Calderón como Vicente Fox compiten por ver quién lidera a la corriente más retrasada y oscurantista de la cúpula oligárquica, que sigue añorando los privilegios de que gozó durante el neoliberalismo.

No entienden uno y otro que no están aptos para encabezar una lucha contra el cambio democrático que lidera el presidente Andrés Manuel López Obrador. El pueblo ya despertó y no será fácil retroceder al neoporfirismo, al que llevó el PRI al país. La derecha le dio su oportunidad al PAN y fracasó rotundamente, así que pierden su tiempo Calderón y Fox al tratar de ponerle piedras en el camino al mandatario que llegó a la Presidencia por el hartazgo ciudadano y la conveniencia de la élite oligárquica.

Fox convocó “a los mexicanos” a una marcha, el domingo 5, para protestar contra el gobierno de López Obrador. En su cuenta de Twitter no tuvo empacho en afirmar: “tenemos que empujar fuerte porque está destrozando muchas cosas muy valiosas en materia de educación, en materia de Pemex, de energía, en materia de infraestructura, en materia de economía, en materia de empleo”. Lo dice como si su “gobierno” no hubiera sido el más decepcionante de la historia contemporánea.

Tal marcha no tendrá otro efecto que el mediático, y no contará con más presencia que la de los pocos perturbados y necesitados de los pesos que recibirán por asistir. Lo que quiere Fox es demostrar a los barones del dinero que en el PRIAN tienen todavía oportunidad de frenar el despertar del pueblo, si se patentiza un empuje firme, como en su momento lo hicieron Miramón y Mejía, brazos armados de los conservadores que abrieron las puertas de México a Maximiliano de Habsburgo.

En su ignorancia supina, Fox no se da cuenta que la sociedad mayoritaria es la que empuja la democratización del país, que su voto en favor de López Obrador demostró un despertar de la conciencia, a sabiendas de que es ahora o nunca cuando se podrá promover un cambio pacífico, antes de que los poderes fácticos acaben con el futuro de los mexicanos, como era previsible por tantísimo abuso, corrupción e impunidad en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Esto lo entendió el sector con más visión de la cúpula oligárquica y aceptó que el PRIAN no debía seguir al frente del Estado. Lo entendió también la camarilla liderada por Carlos Salinas de Gortari, a sabiendas de que el gobierno del presidente López Obrador quedaría muy acotado, tanto por la descomposición de las instituciones, como por la crisis estructural en que se dejaba al país, el descalabro económico y financiero con más de 10 billones de dólares de deuda pública y Pemex en bancarrota.

Sabían que dejar llegar al político tabasqueño era la mejor opción para regresar al poder con menos presiones sociales, con una sociedad apaciguada y más esperanzada en un mejor futuro, tarea que deberá cumplir el actual Ejecutivo porque compromiso es ése. Así que el loquito de Fox y su contraparte panista, la pareja formada por Felipe y Margarita, no tienen más alternativa que seguir protagonizando desfiguros mediáticos.

guillermo.favela@hotmail.com

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