Opinión

Ben Bella, Padre de la sangrienta lucha por la Independencia de Argelia

Conrado Roche Reyes

La década de 1950 marca in hito en los pueblos subdesarrollados y colonizados. Un despertar revolucionario al darse cuenta de que por la vía legal los sátrapas dictadores jamás abandonarían el poder, por lo que alrededor del globo terráqueo hubo una efervescencia de revoluciones hechas por la vía armada. En todas hubo crímenes y represión, pero la mayoría de estos pueblos heroicos consiguieron su ansiada libertad. Sin embargo, una de las revoluciones más sangrientas fue la insurgencia argelina para independizarse de Francia.

Este último país proclamó la llamada Unión Francesa, misma que instaba a todas sus posesiones y colonias a que éstas estuviesen sometidas al poder de Francia sin ninguna pretensión independentista.

Entre éstas, su principal posesión, Argelia, que era en donde más colonos galos vivían, el descontento de la población originaria iba en aumento y finalmente estalló una guerra por la independencia del país. Un luchador argelino, Mehmet Ben Bella creó el Frente de Liberación Nacional en 1954. Los argelinos se levantaron en armas en contra de la dominación francesa en una lucha por su independencia.

Ha sido una de las luchas por la independencia más sangrientas de la historia. A pesar de tener a 400,000 soldados sobre las armas, las tácticas de los combatientes argelinos, obviamente con una enorme cuota de sangre, iban ganado posiciones a pesar de la terrible represión que sufría el pueblo de manos de los soldados franceses en esta desigual lucha. Entonces el General De Gaulle propuso a los combatientes argelinos la llamada “Paz de los Valientes” que fue rechazada por la guerrilla.

En esta lucha los soldados franceses aniquilaron a miles de personas, entre civiles y combatientes, pero esto tenía a su favor una enorme fuerza moral y el apoyo de toda la gente y, pese a las torturas y asesinatos, Argelia logra la batalla final consiguiendo su independencia en el año de 1962.

El líder de los rebeldes, que contaban con el apoyo internacional y de todos los países islámicos y al gran y terrible escritor nacido en Martinica Franz Fanon que combatió lado a lado con los argelinos, Ben Bella es nombrado primer presidente de la República Socialista de Argelia, pero era un socialismo autogestivo.

Su principal lugarteniente y a quien había colocado en los más altos puestos del nuevo gobierno, se suma al golpe de Estado dirigido por Boumedien y entonces se implantó un gobierno puramente sovietizante. Sin embargo, sabedor de los beneficios de no pelear con Occidente convoca en 1973 a la Conferencia de Países no Alineados que se celebra en Argelia. Boumedien, un hábil político, llegó al máximo escalón en esta área, fue presidente de la ONU en 1974.

La guerra de Argel ha sido una de las más sangrientas de la historia, una verdadera carnicería, y el país debe agradecer a su primer presidente y líder de la resistencia Ben Bella los honores que hasta la fecha se le han estado negando. En un tiempo estuvo en la cárcel sentenciado a cadena perpetua, pero se escapó de la prisión para continuar su heroica lucha.