Opinión

Por Max Lesnik

La historia nos enseña que la política en los pueblos y naciones es como todo en la vida, tal como son las olas del mar, que tras una viene la otra y que a una ola “conservadora” le sigue otra ola de fuerza revolucionaria y a continuación retorna a la mar una marejada reaccionaria que será barrida a continuación por el regreso de otra ola revolucionaria y así por los siglos de los siglos, amén.

Así ha sido la dialéctica de la vida en pueblos y naciones en todas las civilizaciones desde que los primeros seres humanos tuvieron conciencia de su existencia en la Tierra.

Ahora vivimos atropellados por un tsunami de la derecha que se empeña en barrer con furia de mar embravecido con todas las conquistas sociales arrancadas a fuerza de sangre y sacrificios por la obra magnífica de las grandes revoluciones.

Pero ya se vislumbra en el horizonte un reflujo de la derecha y el resurgir con fuerza una nueva ola de protesta que se está gestando en el alma de los pueblos del mundo. Se respira en el ambiente aires de inconformidad y rebeldía contra la derecha reaccionaria que hoy gobierna en muchas naciones del mundo. Argentina es como la punta del iceberg. Los tiempos están por cambiar. Ahora la palabra de orden es RESISTIR.