Opinión

Desaparecidos presentación

Alberto Híjar Serrano

Estado omiso y cómplice, alentador de la impunidad extraviada en procesos penales sin fin, son evidencias suficientes para exigir atención y solución a las desapariciones forzadas. La queja de los mandos militares supremos y del Presidente de la República por la desconfianza hacia el Ejército y las policías, tiene fundamentos no refutados en las averiguaciones largas y tortuosas de los casos extremos como el de los normalistas de Ayotzinapa. Tomás Zerón, operador de pistas falsas como la del basurero de Cocula adonde llevó restos para probar la “verdad histórica”, fue cambiado de puesto en la PGR y sigue invicto sin castigo alguno. Murillo Karam, su jefe de entonces, sigue tan libre como Luis Echeverría.

Es terrible que después de no menos de cinco años y más, se continúen las averiguaciones de matanzas como la de Apatzingán con evidente ejecución del Ejército, que no dudó en llevarse por delante a las familias que celebraban el Día de los Santos Reyes, con el afán de expulsar a quienes ocupaban el Palacio Municipal. Hasta la calle de salida del centro atacado siguió el operativo militar con una parada innecesaria del convoy.

De otro modo, apenas se inicia el salvamento tardío de los mineros sepultados en la mina de Pasta de Conchos, con participación de peritos chinos, australianos y argentinos. Una larga tradición de ocultamiento de los accidentes de trabajo a partir de las comisiones mixtas de seguridad e higiene bajo control de la Secretaría del Trabajo, cuenta con el Ejército para resguardar los sitios de los accidentes donde son intervenidas y desaparecidas las pruebas de culpabilidad de las empresas. Minera México es responsable con sus filiales de la clausura de la mina y del incumplimiento para resolver la contaminación del Río Sonora, contaminado en extremo hasta causar cáncer y muerte de quienes no cuentan con más agua que la de los afluentes. Multa cubierta y compromisos de limpieza ambiental incumplible y no cumplida, mantienen tranquilo a Germán Larrea con demandas semejantes en Perú. Los desaparecidos por contaminación extrema, no existen, no cuentan, son cifras para la contabilidad de la infamia.

Los plantones recargados en el Palacio Nacional y las denuncias precisas, son reportados como incidentes del día, en este caso del dedicado a las víctimas de desaparición forzada. Este día 30 estarán en el Zócalo el Comité Cerezo Contreras, el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo demandando justicia por sus detenidos-desaparecidos y el cese a la represión en Chiapas. El Comité Eureka culmina una jornada en el Museo Casa de la Memoria Indómita y en Chiapas, Guerrero y Veracruz, los comités de familiares se movilizarán exigiendo atención a su reclamo: “vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

La marcha por los 43 de Ayotzinapa, a menos de un mes de cumplirse 5 años de la terrible noche del 26 al 27 de septiembre, tuvo como contingente mayor el de los pelones de primer ingreso. La Comisión de la Verdad con participación de peritos de otros países, ha entrado al fin al cuartel del Batallón de Iguala y por supuesto, nada encontró. Tampoco en la calle de la entonces Procuraduría estatal donde sus cámaras de seguridad filmaron el paso del Ejército, las policías y las víctimas. Los registros fueron extraviados por la oficial a cargo.

A la par, un diputado del Partido del Trabajo propone legislar sobre la comunicación en los medios habituales para evitar las falsas noticias y las difamaciones. Los Cárdenas, de MVS Noticias, ponen el grito en los aires: ¡libertad de expresión! claman y acusan de autoritarismo dictatorial al gobierno. La libertad queda a salvo para que Televisa siga exaltando como ejemplo juvenil y familiar a Luis Miguel, Alejandra Guzmán y sus jóvenes parientes Frida Sofía y Michelle Salas, ocupantes de portadas carísimas de revistas de lujo de jóvenes millonarios parásitos. Libertad para las series sobre narcotráfico y envidiable fortuna exhibicionista.

Lo poco que había de información campesina y testimonial de los crímenes de Estado ha desaparecido. No más Mardonio Carballo y la Doble Raíz, no más Pantalla de Cristal que durante un decenio difundió con entrevistas a los ignorados y esforzados creadores del cine documental sobre los crímenes de Estado. A cambio, la culturita de los privilegiados. Y luego se alarman ante los gritos, pintas, fuegos y coreos de consignas de las víctimas y las insultadas que sólo así son atendidas.