Jorge Lara Rivera
La detención lógica por autoridades de la república federativa de Brasil de 5 desertores del Ejército venezolano en Sao Marcos, Roraima, territorio del gigante suramericano, el 26 del mes en curso, luego de que el 22 atacaran a una unidad militar de Venezuela, ha dado pie a gestiones del gobierno bolivariano ante Brasilia para su entrega a Caracas. Sin embargo, no hay motivo para esperar respuesta positiva de Jahir Messia Bolsonaro, testaferro de la Casa Blanca, quien alcanzó el poder sólo por arte de vilezas encarcelando a opositores (el recién excarcelado Luis Inazio ‘Lula’ Da Silva, quien ya enfrenta acusaciones de corrupción y lavado de dinero que le endilga la vengativa oligarquía) y atropellos retorciendo la ley (para defenestrar a Dilma Rousseff) y cuyo hijo Flavio, ahora senador y quien no le salió gay pero con ambición desmedida, resultó tan chueco como su padre: si en enero se le vinculó con el asesinato (2018) de la concejala Marielle Franco y su asistente Anderson Gomes, en un caso de ¡lavado de dinero!, este diciembre la Fiscalía do Brasil lo acusó formalmente de blanqueo de dinero ilegal proveniente de la extorsión o ‘rachadinha’ (a asesores de diputados) –algo así como los ‘moches’ panistas– en la compra de 2 inmuebles en Copacabana, Río de Janeiro. Y no obstante, en semanas recientes se han conocido testimonios de la frustración que padecen otros militares venezolanos desertores que apoyaron la intentona golpista de Juan Guaidó, patrocinada por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea –con la ayuda servil de Luis Almagro en una sumisa OEA y el injerencismo del Grupo de Lima– y ahora viven duras condiciones en Colombia, Brasil y Perú.
Y es que el perfecto plan golpista hace agua. A inicio de este mes, se supo de un nuevo escándalo de corrupción en las filas opositoras encabezadas por Juan Guaidó (Previamente, en noviembre, Humberto Calderón Berti –su ‘embajador’ en Bogotá, Colombia– ‘balconeó’ que las propias autoridades colombianas le informaron cómo, ‘representantes’ de aquél derrocharon en “prostitutas y licor”, además de perpetrar otras irregularidades –no esclarecer origen ni destino, doble facturación de compras– los fondos para ayuda humanitaria destinada para el fracasado intento de ingresarla en febrero). Ahora, el portal ‘Armando.Info’ hizo de conocimiento público que diputados de diversos partidos opositores en la Asamblea Nacional –la discutible base legal de su ‘representatividad’ que elegirá nuevo presidente de la misma en enero y a la cual han reingresado diputados chavistas minoritarios– recibieron sobornos para interceder por empresarios ligados al oficialismo ante organismos internacionales relacionados con el sistema Clap (reparto de alimentos subvencionados) del régimen, lo cual pese a las declaraciones triunfalistas de medios afines al capitalismo transnacional y la oligarquía local, indica fisuras en su bloque. Paradójico: países que pretextando la “carta democrática” auspician la desestabilización y el golpismo en Venezuela, enfrentan crisis de credibilidad y erosión de autoridad moral en la materia frente al clamor de sus pueblos. Así en la injerencista Colombia, el pendenciero Iván Duque Márquez encara el abierto reclamo de los colombianos por su incapacidad para lograr la paz, sus posturas que torpedean la reconciliación nacional; en Ecuador, Lenin Moreno ha tenido que tragarse sus palabras sobre el socialismo “de siglo pasado” de Venezuela, porque sus abusivas medidas (quitar el subsidio a la gasolina) atentan contra la economía de la gente común y desembocaron en octubre en violentas protestas callejeras, ‘cacerolazos’ y paros laborales; en Chile las manifestaciones en la ‘Plaza de Italia’, de la capital chilena, continúan desde ese mismo mes, pese a la sanguinaria represión que Sebastián Piñera Echenique autoriza a los carabineros en Santiago para golpear y dejar ciegos a los jóvenes mientras con declaraciones contradictorias y negacionistas ofrece “mayor dureza” de la autoridad con los manifestantes, a la vez que investigar abusos y violaciones a derechos humanos, mientras alardea ante la comunidad internacional con el ‘plebiscito’ previsto para abril cuando los chilenos se pronunciarán acerca de sustituir la Constitución impuesta, camuflado como ‘presidente’, por el dictador Pinochet, con una nueva de cuya elaboración Piñera ha excluido deliberadamente a la oposición más combativa. Pese a los estertores de provocación a último momento de su régimen neoliberal, la suerte de Mauricio Macri en Argentina fue decidida en las urnas sepultándolo. Así, aunque Rusia retiró en el verano a su personal militar y China reconfigura sus proyectos de inversión en el país cuna del Libertador Simón Bolívar, pese a las presiones incesantes, la república bolivariana de Venezuela se mantiene en pie.