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Opinión

El muro y la invasión de Trump a nuestro país

Alvaro Cepeda NeriConjeturas

I.- La destitución o renuncia de Trump, antes de que complete la construcción del muro o adelante la invasión a nuestro país para –según sus palabras– combatir el terrorismo de los cárteles del narcotráfico, sería la manera de impedirle, sobre todo, entrar al territorio mexicano para lograr su imaginario objetivo de: “limpiarlo todo”. De lo contrario su doble amenaza, con todo y la palabrería de Ebrard y la defensa de la soberanía por López Obrador, es ya una amenaza por cumplirse. Y a Trump le urge cumplir sus amenazas contra México, ya que de la doble medida depende su reelección y hasta impedir que el Congreso estadounidense lo declare culpable en el juicio político que ya le sigue; habiendo hecho lo contrario a lo que hizo Nixon: presentar su dimisión para no ser enjuiciado. Estamos los mexicanos ante un problema internacional alarmantemente grave, ya que depende de Trump ejecutar la facultad que ostenta –desde Clinton– para declarar el terrorismo en un país e intervenir militarmente en él.

II.- La información del corresponsal-reportero: David Brooks (La Jornada: 27/XI/19), con el resto de lo publicado en tofos los medios, es para esperar lo peor. Trump es un Hitler o, si se prefiere, un neonazi desesperado por encontrar el modo de asegurar su reelección, partiendo de que sus seguidores quieren una acción mayor a la construcción del famoso muro para detener a los inmigrantes, consistente en una intervención armada contra los mexicanos y de esta manera sumar más electores; incluso de los demócratas, para lograr su permanencia otros cuatro años en la Casa Blanca (de allá) y extender su imperialismo a todo el continente americano. Así que con la justificación de que los narcotraficantes son una expresión del terrorismo al que según sus términos, “tiene obligación de combatir”, y haciendo a un lado todos los principios del derecho internacional, empezaría por invadir cínica e impunemente nuestro territorio. Habiéndolo señalado para tal efecto, como el origen de su inseguridad en la frontera.

III.- Así que ha decretado que para combatir al terrorismo como la respuesta radical para cancelar el tráfico de las drogas, debe irrumpir en tierras mexicanas y, de paso, “entrar y limpiarlo todo”. Esto significa que el presidencialismo mexicano y los conciudadanos tenemos ya a un enemigo dispuesto militarmente a enfrentar al terrorismo, como lo entienden en Washington, y que daría a Trump la escalada para su reelección. Por lo que, mientras no se retracte Trump y mejor si es destituido, una amenazante advertencia si oficialmente declara a los narcotraficantes como terroristas, con lo cual emprendería una agresión militar de consecuencias terribles. La presión de los republicanos es insistir en que debe hacerse una intervención estadounidense a México. Exactamente hace nueve meses que ese proyecto se puso en marcha y ahora Trump lo hizo oficialmente público. Y más que como probabilidad, es una advertencia belicista para la que Trump y su partido sólo esperarán la declaración oficial de terrorismo en México para que las tropas de ese país, sin permiso, invadan nuestro territorio.

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