María Teresa Jardí
De la Constitución mexicana de 1917 inspiradora de otras constituciones como la que consagrara que: “España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organizan en régimen de Libertad y Justicia”, según rezaba el primer artículo de la Constitución de 1931”. De nuestra Carta Magna no queda ya ni el recuerdo. Se volvería a morir Emilio Krieger si escuchara a los de la Cuarta queriendo restaurarla al conservadurismo que es pieza fundamental del fascismo. “De las derechas siendo en general malas todas, no existe ninguna peor que la que se disfraza de izquierda”, leí hace unos días escrito por alguien.
La Constitución de los Estados Unidos Mexicanos publicada el 5 de febrero de 1917 fue la más avanzada del mundo por lo que toca a las garantías individuales en ella consagradas y en particular por haber incluido por primera vez en el mundo en una Carta Magna las garantías sociales, que se han perdido del todo en un país donde el outsorcing mata la relación de trabajo. Sobre la que el maestro Alberto Trueba Urbina dijera que bastaba para ser establecida el que alguien le prestara un servicio a otro. Outsorcing que “reglamentado”, se nos informa, va a seguir con MORENA.
Como van a seguir los asesinatos de mujeres, aunque se les destipifique como feminicidios, siendo falso que en cada uno de ellos no se reúnan una o todas o varias de las características que deben ser consideradas para tipificarlos de esa manera.
Los emisarios del pasado rodean al Presidente más votado de la historia y desde dentro de la Cuarta es que el país sigue convertido en el más esperpéntico del Planeta. El asesinato lo mismo en contra de activistas que se oponen al desarrollo que mata, que los feminicidios de mujeres siguen siendo regla de funcionamiento en tiempos de MORENA.
Estaría de acuerdo en el cambio legal que busca el fiscal, que no debió ser, por su pasado, vinculado a los enemigos de la Cuarta, estaría de acuerdo en un mundo donde el capitalismo no se hubiera impuesto como regla de muerte para millones de personas que sobran. En un mundo donde las cifras de los asesinatos de mujeres no aumentaran. En un país donde los asesinos no tuvieran permiso al grado de haberse convertido nuestro territorio en cementerio. En una nación donde no hubiéramos tenido que salir a votar muchos millones de ciudadanos mexicanos por AMLO el tan lejano ya 1 de julio de 2018 como nuestra única y última esperanza. Pero, no es aceptable, hoy aquí, la reforma que pretende quien no debió ser ni un gerente más de la PGR, ni un fiscal de una institución que se hubiera creado para realmente impartir justicia.
Un hombre o una mujer sin pasado en otras administraciones a los que se les ordenara prevenir los delitos es lo que demandaba el momento crucial por el que nuestra nación atraviesa. Quizá el último momento de la historia del hombre sobre el Planeta.
A casi un año de la ejecución de Samir Flores el crimen no debería seguir impune. Ni tendría que seguirse asesinando en tiempos de MORENA a los ambientalistas que se oponen al barbarismo destructor e invasor del Plan Puebla Panamá. Los asesinos tienen permiso y perdonados están los responsables. Aunque la crónica les adelante a los de MORENA y a AMLO que la Cuarta va camino de convertirse en lo más odiado de nuestra historia mexicana. Hecho lamentable porque votamos para que cambiara el rumbo de las cosas y no para ver fracasar otra vez ahora a otros en los que creímos y con algunos con los que estábamos de acuerdo a manos de los mismos acompañantes de los antecesores de AMLO y de la Cuarta. ¿Cuarta qué? ¿Regresión al pasado echeverrista? ¿Impulsora del fascismo? Obviamente también neoliberal y capitalista. Sí: “De las derechas siendo en general malas todas, no existe ninguna peor que la que se disfraza de izquierda”, como leí hace unos días, escrito por alguien, con quien coincido.