Opinión

La Visión de Futuro del Pentágono Yanqui

Manuel E. Yepe

Hace 20 años, con considerable fanfarria, el Pentágono publicó su plan para mantener la supremacía militar estadounidense en un documento con título de “Visión Conjunta 2020: Fuerzas Armadas de Estados Unidos de América se preparan para el mañana”. Como ese mañana ha llegado, este puede ser un momento oportuno para evaluar con precisión la visión del Pentágono. Hacerlo ofrece una visión de la capacidad de su cuerpo de oficiales para comprender el tema de su profesión, es decir, la guerra.

Andrew Bacevich, profesor estadounidense especializado en relaciones internacionales, estudios de seguridad, política exterior e historia diplomática y militar de su país sostiene que el JV2020 lleva el sello del momento en que fue producido. Captura y transmite el espíritu prevaleciente en el período posterior a la Guerra Fría: se consideró que el futuro era el que América debía definir pero se queda lamentablemente corto en la sustancia.

En lugar de considerar la posibilidad de que las guerras venideras asuman una multiplicidad de formas y conlleven una variedad de respuestas, el JV2020 prescribe un único modelo aplicable universalmente a cada uno de los conflictos futuros. Al adherirse a ciertos dictados específicos, el documento promete que las fuerzas estadounidenses se volverán “persuasivas en la paz, decisivas en la guerra y preeminentes en cualquier forma de conflicto” y así lograrán “el dominio completo del espectro”. Quizás sea éste el lema más descabellado que aparece en una publicación militar oficial de los Estados Unidos desde que se presentó el de “destrucción mutua asegurada” como fórmula para la paz mundial.

JV2020 hace una breve y pasajera referencia a un “futuro incierto”, pero asegura que cuenta con la tecnología de la información para abolir esta incertidumbre y por lo tanto garantizar futuras victorias.

El documento plantea implícitamente que las fuerzas armadas de los Estados Unidos han descubierto los medios para reducir sustancialmente, si no eliminar del todo, las sorpresas desagradables.

“Realizar el potencial de la revolución de la información” hará que las fuerzas de Estados Unidos sean “más rápidas, más letales y más precisas”. Para ello, poseerán “velocidad y agilidad sin iguales”.

Forjados en un “sistema de sistemas” sin fisuras, siempre ganarán. De hecho, “la presencia o la presencia anticipada de una fuerza decisiva bien podría hacer que un enemigo se rinda después de una resistencia mínima”. La lucha real no durará mucho tiempo e incluso podría llegar a ser innecesaria.

Según Bacevich, los autores anónimos de JV2020 admiten que los futuros adversarios no necesariamente jugarán el juego según nuestras reglas.

Sin embargo, esto no causará más que molestias. “Un liderazgo audaz apoyado por la mayor cantidad de información posible” hará que cualquier necesidad de resistencia de este tipo sea muy breve.

JV2020 pretende ofrecer una perspectiva de futuro que representa una ruptura brusca con el pasado. Sin embargo, para aquellos que se sienten cómodos con el statu quo, contiene garantías de que, aunque algunas cosas cambien, otras seguirán siendo las mismas y los “conceptos estratégicos” que guiaron a las fuerzas de Estados Unidos a lo largo de la Guerra Fría, a saber, “fuerza decisiva, proyección de poder, presencia en el extranjero y agilidad estratégica”, permanecerán intactos.

De modo que, cuando se trata de funciones de servicio, misiones e identidad, por ejemplo, el documento guarda silencio. De hecho, las fotos que ilustran el JV2020 –portaaviones, tanques, cazas monoplazas, paracaidistas que salen de aviones y vehículos anfibios de la Marina que salpican las costas– ofrecen garantías tácitas de que los distintos servicios seguirán haciendo lo que estuvieron acostumbrados a hacer durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque el término unión aparece en todo momento, más o menos de la forma en que aparece deliciosamente en los anuncios de comida rápida, la integración que se requiere para la unión no supone ninguna amenaza para las rutinas y prerrogativas de los servicios existentes. Los administradores de las diversas tribus y subtribus de servicio pueden, por lo tanto, estar tranquilos. Los cuencos de arroz sagrados permanecerán intactos.

Lo que finalmente queda es la convicción de que la superioridad de la información asegura la superioridad del campo de batalla, premisa del JV2020 que proporciona su única cualidad distintiva.

Cuando esas guerras comenzaron tras la sorpresa estratégica del 11 de septiembre, las fuerzas armadas de los Estados Unidos aún no habían puesto en práctica el JV2020, por lo que la concepción de la guerra transformada por la tecnología de la información representaba una aspiración, no una realidad existente.

*Este artículo se puede reproducir citando al periódico POR ESTO! como fuente.

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