Opinión

María Teresa Jardí

Para estos días de encierro obligado por el coronavirus, Pedro Salmerón Sanginés recomienda ir a “...un repositorio digital de acceso abierto...” que se llama Memórica y que es algo así como una revista o una página de fácil acceso. Y luego de una probadita de lo que en esa página se puede encontrar con relación a cuestiones inherentes a Emiliano Zapata, seguramente por la cercanía con el aniversario de su asesinato, otro párrafo, contenido en la invitación, invita también a la visita: “… desde la antigüedad las diferentes culturas han cubierto sus necesidades básicas en los ríos, los cuales han propiciado un entorno favorable para el desarrollo humano, por ejemplo, la agricultura, uno de los avances más trascendentes de la humanidad, practicada en distintas regiones con varias técnicas y tipos de cultivos. La importancia de las corrientes fluviales no sólo se ve reflejada en las actividades económicas y sociales; el hombre se apropió de su entorno natural y dadas sus bondades incluso les dio a los ríos un carácter sagrado...”. Y finaliza la invitación diciendo que: “Aquí la página, que además, es un deleite visual: https://memoricamexico.gob.mx/

Ya en la misma se encuentra una carta de Zapata invitando al coronel Jesús Guajardo, su asesino, a unirse a sus tropas. Lo que dio lugar a su asesinato. Los errores se pagan caros y lo más lamentable es que los pagamos los pueblos.

La política es un arte. Y estadista es el que escucha a la crónica para cambiar lo que la misma le dice que va a hacerlo fracasar. Todos cometemos errores. Pero hay de errores a errores y son demasiados ya los ambientalistas ejecutados desde la llegada del único Presidente votado por los mexicanos.

La política es un arte que debe ser tratado con el respeto que merece tan alta envergadura. No confiar en los enemigos es una enseñanza de la política que se aprendía antaño casi jugando en las clases de historia, cuando no se había rasurado esa enseñanza del currículum de la enseñanza escolarizada en aras de borrar la memoria.

Mucho de lo que le pasa al mundo tiene que ver con el fin de esa enseñanza, que ayudaba, merced a la firma del pacto social, a gobernantes y a gobernados, a cumplir con el papel por cada grupo asignado a sí mismo. Sin abusar demasiado, digamos, del mismo los primeros y sin renunciar, del todo, digamos, a la exigencia del respeto a nuestros derechos, los segundos.

Se acabó con la memoria y en el balance que hará cuando se escriba la historia de este inicio de siglo, que va camino de convertirse en el último siglo con animales humanos sobre la Tierra, mal parado va a quedar el gobierno del cambio que se empeña en cargar en su bagaje con los asesinatos de los defensores de la naturaleza en aras del negocio depredador de un puñado de mafiosos, mega empresarios, que son considerados “amigos”, ja.

La historia del México del cambio está marcada ya por el gran número de ambientalistas ejecutados. En México se sigue asesinando con impunidad absoluta a los que se alzan como defensores de la naturaleza. A Samir Flores y a los que han seguido a Samir, se les suma Adán Vez Lira, ejecutado en Actopán, Veracruz, el Jueves Santo.

Inaceptables y peligrosos raros cambios que desmienten el cambio y que matan todo aquello con lo que podemos estar de acuerdo los aliados naturales del gobierno del cambio que ni siquiera está entendiendo la enseñanza que está dejando el coronavirus.

La naturaleza implora por un cambio en el respeto que merece de los humanos. La naturaleza está diciendo basta y ese basta pasa por parar el negocio extractivista del más depredador de los animales que son hoy los dueños de los grandes capitales. Los errores pasan facturas y se equivoca quien cree que se puede salvar de pagarlas. Renunciar a la memoria es siempre muy mala idea.