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Opinión

Ramón Huertas Soris

El patrimonio fundamental de cada ser humano es su vida. Cada pedacito de vida nuestro, en principio, es un derecho y también un deber. Lo más humano y responsable que existe es vivir totalmente nuestra vida, siendo cada cual su gran protagonista. La vida debe vivirse impactado por condiciones externas favorables para desarrollar la salud que está inherente a nuestra naturaleza humana, portando esa salud e irradiandola hacia el entorno. Si se interrumpiera la salud y apareciera la enfermedad, la persona enferma jamás dejará de vivir su enfermedad, aceptando el reto de protagonizar la recuperación de su estado saludable, que no viene nunca de afuera, sino de desbloquear la salud que llevamos dentro. Sustancias medicinales y profesionales de las ciencias médicas ortodoxa alopática y de la medicina alternativa son respetables e importantes ayudas a considerar, pero nunca atentando contra la responsabilidad personal de protagonizar nuestra salud.

Veamos un ejemplo. Todo cáncer es el síntoma de una enfermedad, no la enfermedad misma. Siempre será más lógico atender prioritariamente la enfermedad en vez de sus síntomas cuando éstos no demanden acciones urgentes. Todo cáncer procede de un ambiente corporal afectado en diversos parámetros y medidas. Parece razonable en padecimientos de cáncer tratar de recuperar la calidad del ambiente corporal, que estará siempre regido por parámetros, entre los cuales, de forma general, destacan los siguientes:

1- El nivel de oxigenación de los tejidos del cuerpo. 2- Los niveles de acidez distribuidos en diversos componentes corporales. 3- Metabolismo adicto selectivo a la glucosa y parcialmente excluyente de las grasas. 4- Nivel de toxicidad corporal en general y muy en especial en cuanto a metales pesados. 5- Disfunciones del Sistema Inmune. 6- Calidad del funcionamiento hepático y renal. 7- Eficiencia del funcionamiento digestivo. 8- Estados cuantitativos de las enzimas vitamínicas, en especial las vitaminas D y B-12. 9- Estado hormonal. 10- Estado del Sistema nervioso, en especial el equilibrio adecuado entre las funciones Simpático/Parasimpático. 11- Estado funcional de la simbiosis genética-fisiológica con el microbioma personal.

Parece natural que si son mejorados los parámetros que definen la calidad del ambiente corporal, el estado enfermo disfuncional pase al natural estado sano functional, entonces, los numerosos posibles síntomas de la enfermedad del ambiente corporal, entre los cuales aparece el cáncer, han de desaparecer de forma natural, sin tener que enfrentar terapias invasivas innecesarias, donde sea difícil evaluar ventajas/desventajas.

La responsabilidad con todas las expresiones de su vida, en una persona que enfrenta síntomas de cáncer, implica que deberá adquirir los conocimientos/habilidades/hábitos necesarios para poder protagonizar autodecididas acciones razonables, como la aquí descrita de actuar con prioridad, de ser posible, sobre la enfermedad mejorando el ambiente corporal. Toda persona que se reconoce, se acepta con agradecimiento tal cual es y se proyecta alegremente a realizar cada pedacito de su vida, con profundo respeto y solidaridad hacia la diversidad de sus congéneres y hacia la vida que palpita y le llega desde su entorno natural, necesariamente tendrá siempre más probabilidades de vivir en salud y, si llegara enfermar, mayores serían sus posibilidades de rescatar su estado natural patrimonial como ser humano saludable.

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