Ramón Huertas Soris
La voz denunciante de grupos de científicos, profesionales diversos, comunicadores y destacadas figuras de la educación, cultura y los deportes, se llena del eco de ciudadanos del mundo para expresar:
Se acusa mundialmente a algunos sectores de: científicos y sus empleadores, funcionarios y comunicadores, de estar traicionando a la humanidad con base en un abuso de poder, donde se están anteponiendo intereses de sectores poderosos, por sobre la seguridad de la vida humana de esta generación y de la continuidad existencial de la humanidad en pleno.
La acusación, que tiene décadas de estarse produciendo y se manifiesta en muy variados perfiles, contribuyentes todos al gran delito planteado, ha tomado una intensa actualidad y carácter de urgencia con la pandemia del coronavirus. Veamos muestras de los extremos en la toma y daca sobre las indagatorias, que podrían dar fundamento para la primera instancia de un juicio capaz de dilucidar la veracidad o negación de tan grande y abarcadora situación, sobre los culpables de estar generando el inminente peligro de un holocausto mundial. Veamos un perfil de actualidad al respecto:
1.- ¿Se está violando la ley internacional de no promover investigaciones con armas biológicas? Todo parece indicar que la respuesta afirmativa a esta pregunta está siendo documentada con evidencias crecientes, por hechos y declaraciones numerosas.
2.- En la “pandemia” actual, ¿se trata de un virus, de origen natural o artificialmente diseñado? Existe un duelo de argumentos, con contenidos científicos probados y/o falseados. Muchos bulos y contra bulos inundan la de por sí oscurecida información de los medios; que mantienen a personas comunes y hasta a profesionales en el mar de las dudas. Lo totalmente cierto es que ninguna de los dos orígenes del virus ha sido contundentemente probado, entonces, por la magnitud del riesgo, sí procede la demanda de un comité ético facultado y veraz, con todas las garantías para presentar las evidencias de culpabilidad o no, en el atentado contra la vida humana que estamos viviendo con el coronavirus. No olvidar que debemos saber qué pasa, porque si no futuras pandemias naturales o artificiales podrían poner a la humanidad entera en muy graves riesgos.
3.- ¿Se está controlando la información mundial con actos de desinformación acerca de asuntos claves para evitar grandes genocidios mundiales? Tal control sobre muchos medios de información sabemos que es una desagradable realidad en el mundo actual y, dado que grandes intereses de tales controladores están en juego en esta pandemia; por supuesto que es lógico que la información sobre el coronavirus contenga mucha desinformación intencionada.
En general, se acusa a diversos poderes de que han perdido credibilidad, por ineficiencia que en extremas tesis rayan en una posible alta traición a la humanidad. Nace irrefutable la necesidad de una sustitución de tales poderes, con nuevas garantías de seguridad para prevenir que nuevos conflictos de intereses empoderados, vuelvan a atentar contra el valor mayor de la protección a la continuidad de la especie humana, en condiciones de seguridad y garantías para sus grandes derechos establecidos, empezando por el magno derecho a la vida.