Opinión

La justicia en el sendero del retorno

Margarita Luna Ramos*

El Máximo Tribunal del país, el Consejo de la Judicatura Federal y los Tribunales Federales y Locales, han diseñado una estrategia gradual para que la sociedad mexicana, a la brevedad posible, retorne al completo acceso a la justicia. El camino es complejo y escabroso, implica un vertiginoso cambio cultural que, para llegar a buen destino, requiere de adecuada planeación de la ruta y de idónea elección del medio de transporte. Implica adaptación y validación de programas tecnológicos, capacitación de personal y usurarios y, al propio tiempo, evitar la aglomeración de personas en los centros de trabajo para evitar contagios.

En esta ocasión me ocuparé de reseñar los pasos que ha seguido la Suprema Corte y en entregas posteriores me referiré a los demás órganos jurisdiccionales.

En una primera etapa, el pasado 17 de marzo, la SCJN, con motivo de la causa de fuerza mayor provocada por la pandemia del COVID-19, al igual que muchos tribunales del mundo, adoptó como medida urgente suspender sus actividades jurisdiccionales y declarar inhábiles los días del período comprendido del 18 de marzo al 19 de abril del presente año.

Esta suspensión de labores no se dio de manera absoluta, la Corte determinó recibir y tramitar con carácter de urgente las controversias constitucionales en las que se solicitara suspensión y las actuaciones necesarias para su ejecución (AG 3/2020).

Al continuar la situación de emergencia, en una segunda etapa, y ante el riesgo que significaba regresar al trabajo, pero con el objetivo de continuar con la discusión y resolución de los asuntos de su competencia, el pasado 13 de abril, la Suprema Corte determinó prorrogar la suspensión de labores hasta el 5 de mayo, pero reanudar, a distancia, la celebración de sesiones del Pleno, mediante el uso de herramientas informáticas. Sesiones que dieron inicio el pasado 20 de abril, en los días lunes, martes y jueves (AG 4/2020).

También se reanudaron las sesiones de las dos Salas, a control remoto, como de costumbre, los días miércoles de cada semana (AG 5/2020).

Un tercer momento de gran importancia es la incursión de la Corte en los juicios en línea. Un avance sin precedente hacia la justicia digital. En mucho se valora este gran esfuerzo que con motivo de la emergencia por la que hoy transitamos, aceleró inusitadamente su implementación. A partir del 21 del presente mes de mayo dio inicio la promoción, trámite, consulta, resolución y notificaciones por vía electrónica de los expedientes impreso y electrónico en controversias constitucionales y acciones de inconstitucionalidad (AG 8/2020).

Han sido decisiones difíciles que los órganos jurisdiccionales de los diversos países del mundo afectados por la pandemia se han obligado a tomar en aras de preservar la vida de la población.

En Estados Unidos, por ejemplo, mucho les favorece que siendo un país de primer mundo cuentan con novedosos avances tecnológicos. No obstante, hasta la fecha en numerosos Estados de la Unión Americana prevalece la prohibición de Jurados Populares, de audiencias presenciales y solamente continúan los juicios en línea y las diligencias que pueden desahogarse por videoconferencias o por teleconferencias.

La emergencia fue intempestiva, no hubo la oportunidad de planear con toda anticipación la transición hacia una justicia digital. Lo que sin precipitación alguna se venía gestando, hoy ha tenido que apresurar el paso. Sin embargo, es muy loable que sobre la marcha de los acontecimientos, la Corte ha afrontado con determinación y entereza la situación de emergencia que estamos viviendo, tratando, en la medida de lo posible, que la sociedad mexicana pueda acceder a cabalidad a su Tribunal Supremo.

Twitter: @margaritablunarmin.

*Ministra en retiro