Hay quienes opinan que la Tercera Guerra Mundial ha comenzado, mientras otros creen que es inminente. Los optimistas se rehúsan a creer que tal cosa pueda ocurrir. La diversidad de juicios emana de la complejidad del problema.
No obstante, de ocurrir, como las dos anteriores, la Tercera Guerra Mundial será una contienda bélica europea y sólo trascenderá esos límites si fueran empleadas armas nucleares; de otro modo, los combates no llegarán a América ni caerán bombas sobre Estados Unidos. Los océanos Atlántico y Pacífico forman una barrera natural que limita la geopolítica bélica.
Las dos primeras guerras fueron realizadas por coaliciones, la tercera puede ser de Rusia contra una entente de cuarenta países. De ser una confrontación nuclear, la asimetría sería irrelevante porque sólo implicaría a Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña que entre los tres poseen 5 mil 940 armas nucleares, contra 5 mil 977 en poder de Rusia.
La Primera Guerra Mundial (1914-1918) duró cuatro años y participaron 32 países, 28 aliados, liderados por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia e Italia y los Imperios Centrales (encabezados por Alemania, Austria-Hungría, el Imperio Otomano y Bulgaria.
En total se movilizaron más de 63 millones de militares de los cuales 37 millones 494 mil 186 fueron bajas. Las pérdidas civiles se estiman en unos diez millones y los costos económicos en 168 mil millones de dólares (de entonces). En la Segunda Guerra Mundial tomaron parte 61 países con mil 700 millones de habitantes. La contienda fue encabezada por el Eje Berlín, Roma Tokio + media docena de países satélites y la Coalición Aliada liderada por Estados Unidos, la Unión Soviética, Gran Bretaña y otros 50 países. Comenzó en 1939 con la invasión a Polonia y se prolongó hasta los días 8 y 9 de mayo de 1945. El 8, la Alemania nazi capituló ante el mando aliado y el 9 lo hizo ante la Comandancia Soviética en Berlín. Japón firmó la rendición a bordo del acorazado Missouri.
La movilización militar involucró a 110 millones de efectivos. En aquel contexto, el régimen nazi decretó la aniquilación física de los judíos, lo cual constituyó un Holocausto en el que perecieron unos seis millones de ellos. Los costos económicos superaron el billón de dólares de entonces.
Entre los legados de la II Guerra Mundial, además de una era de prosperidad y paz sin precedentes, implicó la conformación de nuevo orden mundial político, económico y jurídico con base en la organización de Naciones Unidas, cuya Carta, base del orden jurídico internacional, obliga a los Estados miembros a solucionar sus diferencias por medios pacíficos, lo cual ha sido muchas veces desobedecido.
Al concluir la II Guerra Mundial, por primera vez se exigió justicia a quienes la provocaron. En el proceso de Núremberg también se enjuiciaron a quienes lucraron con mano de obra de los prisioneros y los judíos y algunos médicos y científicos que experimentaron con humanos. El tribunal, que funcionó en Tokio, sentenció a la pena capital a siete de los 25 líderes japoneses juzgados por crímenes de guerra, entre ellos al primer ministro, Tojo Hideki.
En aquellos procesos se acuñaron figuras delictivas de “crímenes contra la paz” y “delito de agresión”. Uno de los más brillantes resultados fue la descolonización afroasiática en virtud de la cual nacieron más de 90 nuevos Estados libres con unos 800 millones de habitantes.
Los mayores costos humanos y materiales recayeron sobre la Unión Soviética, principalmente Rusia, cuyas bajas por todos los conceptos pudieran rondar los 80 millones de personas, el doble que todos los aliados juntos, excluyendo las cifras aportadas por el bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki.
Ojalá los líderes mundiales que han provocado la más peligrosa situación mundial que ha amenazado al mundo, posean la cordura y la humanidad necesaria para estar a la altura.