La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha dicho que, de acuerdo con los datos recabados a nivel mundial de las temperaturas de las agencias e instituciones: ECMWF modelo europeo, Agencia Meteorológica de Japón, el NOAA de Estados Unidos, el Uk Met de Reino Unido y dos universidades de ese mismo país, que el año de 2024 fue el más caliente de la historia del mundo. Además, para terminarla de amolar, estamos a 1,5 grados Celsius por encima del promedio, algo en verdad muy grave.
Desde 1950 las temperaturas han ido en aumento en el mundo, pero a partir del año 2000 este incremento ha sido cada año más elevado en forma vertiginosa y ha sido prácticamente imparable por las emisiones del dióxido de carbono, que no ha se ha detenido ni disminuido la cantidad que se emite a la atmosfera.
Debido a esto los procesos de mitigación y adaptación contra el cambio climático que nos afecta deben de hacerse a una velocidad más rápida, ya que estamos cambiando las áreas verdes y bosques por grandes manchas urbanas que crecen en forma vertiginosa, acabando cada año con más áreas verdes y boscosas, sin tomar en cuenta el daño irreparable que se le hace al planeta. Además, lo peor, no se trata de crear dentro de estas manchas urbanas nuevamente áreas verdes y arboladas.
Desde 1850 se lleva un control más estricto en el tiempo y espacio de las condiciones meteorológicas, entre ellas el comportamiento de las temperaturas, y se ha observado una tendencia al alza en las temperaturas globales aceleradamente en los últimos 20 años, más acelerado en los últimos 10 años y no parece verse a corto y mediano plazo algo que lo detenga, ni con los acuerdos de las COP que se realizan cada año, ya que nada parece dar resultado, condenando al mundo al peor escenario en cuestiones del clima.
A partir del siglo 21 se ha mantenido la constante que las temperaturas globales se han mantenido por encima del promedio, ya que de 1850 a 1960 los registros variaban con sus correspondientes picos, pero se mantenían por debajo del promedio. Sin embargo, vemos con alarma que desde 1980 ha sido un alza constante, demostrando con esto que el planeta se está calentando a pasos agigantados. Para terminar de poner peor la situación del mundo, un estudio nos demuestra que las aguas de los océanos a 2 km de profundidad han sido también las más altas en el año 2024, provocando con esto muchas más formaciones ciclónicas y mayor cantidad de huracanes catalogados de intensos, de categoría 3, 4 o 5 en la escala Saffir-Simpson en todas las zonas ciclónicas del mundo.
Para nuestra cuenca, la zona del Atlántico, Golfo de México y Mar Caribe, estamos viviendo esta situación completamente alarmante, con temporadas de ciclones por encima del promedio. Además, ya están apareciendo los huracanes de crecimiento explosivo, muestra de esto fue la temporada pasada, con Beryl y Milton, que pusieron a temblar a la Península de Yucatán, y Rafael, que afecto a la isla de Cuba y divagó en el Golfo de México y con las temperaturas la Península de Yucatán, en particular Yucatán, vivió en mayo pasado el mes con más altas temperaturas seguidas y continuas jamás vistas para ese periodo. Si nos remontamos un año más atrás, junio del 2023 fue el más seco de su historia.
Estos eventos seguirán sucediendo, aunque algunos escépticos digan que no es culpa del calentamiento global, pero ahí están los datos científicos y verídicos que nos dicen otra cosa completamente.
Deberemos tener resiliencia en lo futuro, porque cosas peores irán sucediendo.