Por Gabriel Aguilar
COZUMEL, 28 de noviembre.- La certificación MAB de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) debe preservarse; para tal efecto, es necesario la construcción de un plan de acción buscando armonizar los instrumentos legales que puedan hacer compatible tanto la conservación como el uso de las zonas protegidas, señaló José Gonzalo Aldana Pech, director de Vida Silvestre de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (Sema).
Este miércoles tuvo lugar la instalación y toma de protesta del Consejo de Coordinación de la Reserva de la Biosfera Isla Cozumel del Programa El Hombre y La Biosfera (MAB, por sus siglas en ingles). Bajo ese marco, el entrevistado especificó que la instalación del comité es el segundo paso a seguir desde la obtención del certificado en 2016.
Una tercera fase será construir el plan de acción para cumplir con los lineamientos de la reserva MAB Unesco, y la revisión de los reglamentos locales como el Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) para asentar criterios congruentes, estableciendo las líneas a seguir para cumplir con los requisitos de dicho galardón internacional y que no se pierda.
Dejó en claro que “una reserva de biósfera no es para conservar y no aprovecharla, al contrario todos esos conceptos de área natural protegida, reservas de biosfera, están enfocados a un aprovechamiento sostenible, es decir para que este recurso siga dando para vivir”.
Agregó que “estos instrumentos tienen reglas y principios, si nos apegamos a esas reglas con toda seguridad vamos a garantizar la conservación de los recursos, principalmente estamos hablando que el 85 por ciento de la selva de Cozumel se conserva y eso fue un principio fundamental para que nos den el galardón”.
Otro de los puntos que favorecieron a la isla fue la recarga natural del manto acuífero, resaltando la importancia de cuidarlo por el volumen, pero sobre todo la calidad del agua.