Quintana Roo

Investigan narco-red fronteriza

De la Redacción

CHETUMAL, 4 de noviembre.- Luego de desarticular una banda de narcotraficantes que operaba en Belice, las autoridades de dicho país investigan su posible relación con las narco-operaciones aéreas en la franja fronteriza entre México y Belice, que este año se han intensificado y la han convertido en zona crítica del trasiego de droga, con un promedio de tres aterrizajes de narcoavionetas cada semana.

Aunque el caso mantiene su curso, una de las líneas de investigación apunta que esta célula del narco introducía droga a Belice por vía marítima, para después sacarla del país por vía aérea y llevarla hasta territorio mexicano, en la frontera entre ambas naciones.

Además, dentro de las investigaciones se aclaró que hasta el momento ningún mexicano fue detenido ni está involucrado en este golpe al narcotráfico en suelo beliceño, tal y como se estuvo manejando en algunos medios mexicanos y beliceños el pasado fin de semana.

Como se recordará, tras una operación encubierta de cinco días (del 28 de octubre al 1 de noviembre) liderada por el Departamento de Policía de Belice, en colaboración con la Guardia Costera de Belice y la Fuerza de Defensa de Belice (BDF, por sus siglas en inglés), se logró la detención, el jueves pasado, de 13 personas, doce de origen guatemalteco y un conocido empresario del distrito de Orange Walk, quienes operaban una red de drogas en dicho país.

Con este golpe al narcotráfico en suelo beliceño también se logró el decomiso de 479.15 kilos de cocaína, que estaban divididos en 440 paquetes; así como el aseguramiento de cinco armas de fuego.

Autoridades beliceñas ahora investigan la posible relación de los detenidos con el trasiego de la droga entre México y Belice, especialmente por el aumento de esta actividad ilegal y de las narco-operaciones aéreas en la franja fronteriza de la Península de Yucatán.

La policía beliceña no ha querido dar más detalles sobre el caso, pero una de las líneas de investigación es que la droga pudo ser ingresada al país vía marítima, con intenciones de transportarla vía aérea hasta la frontera México-Belice, donde sería descargada e introducida a territorio mexicano, para posteriormente distribuirla en la Península o trasladarla hasta los Estados Unidos.

De hecho, el pasado jueves 1 de noviembre, día en que se logró la detención de las 13 personas y el decomiso de los 479 kilos de cocaína, los policías y militares beliceños detectaron una avioneta tipo Cessna que intentaba aterrizar en la carretera costera, aproximadamente a 16 kilómetros de la intersección que conduce al poblado La Democracia, en el Distrito de Belice. Sin embargo, por alguna razón desconocida, el avión no aterrizó, sino que sobrevoló el área tres veces y luego se dirigió hacia el sur.

El área donde se avistó el aeroplano coincidió con la zona donde se aseguró la camioneta Toyota Padro de color plata, que estaba abandonada entre los arbustos y que contenía la media tonelada de cocaína que incautaron las autoridades beliceñas. Se sospecha que el objetivo de los narcotraficantes era cargar la avioneta con la droga y posteriormente dirigirla hasta la frontera con México, donde aterrizaría en alguno de los puntos utilizados para el trasiego de la droga, ya sea del lado beliceño en el distrito de Orange Walk, o del lado mexicano en las inmediaciones del río Hondo o en las colindancias de Quintana Roo con Campeche.

De hecho, la cantidad de cocaína decomisada coincide con la capacidad de carga que pueden transportar las avionetas tipo Cessna o Jets King Air, empleadas para el tráfico de droga en la frontera, ya que también se debe sumar el peso de los tripulantes y el de los galones con combustible para abastecer el artefacto.

Esto forma parte de una de las líneas de investigación, pero confirmarlo o negarlo corresponderá a las investigaciones y los resultados que de ellas arrojen las autoridades de Belice.

Cabe mencionar que las avionetas Cessna y los aviones privados King Air son los preferidos de los narcotraficantes del Cartel de Sinaloa que operan en el sur de Quintana Roo y Belice, por su autonomía de vuelo, su capacidad de perderse en zonas de monte y de volar a baja altura, así como por aterrizar hasta en potreros, caminos vecinales y caminos sacacosechas, o en cualquier área de tierra o asfalto.

Al parecer por esta razón este tipo de aeronaves están siendo utilizadas para operar la ruta del trasiego de droga en el sur de Quintana Roo, aunque ahora está siendo desviada, alejándola de la frontera con Belice y llevándola hacia la parte central de la Península de Yucatán, lo cual también es testimonio de la amplitud del control que tiene el Cartel de Sinaloa en el sur del estado.

Por otro lado, se debe recordar que esta lucha contra el narcotráfico en suelo beliceño arrojó media tonelada de cocaína y una avioneta Cessna aseguradas el pasado 9 de septiembre, así como cuatro detenidos, entre ellos un policía de Belice y dos mexicanos, éstos últimos identificados como Eli Figueroa Núñez y Azarías Silverio Manzano, quienes presuntamente participaron en la logística del aterrizaje.

Los hechos ocurrieron poco antes de la medianoche del pasado 9 de septiembre, en el área conocida como Tres Leguas, cerca de Blue Creek, en el distrito Orange Walk, Belice, el cual se encuentra muy cerca del poblado mexicano La Unión, en la zona fronteriza de la ribera del río Hondo.

La droga asegurada se reportó en 556 kilos de cocaína distribuidos en 25 paquetes, con un valor estimado de 7 millones de dólares estadounidenses, es decir, unos 140 millones de pesos mexicanos.

La franja fronteriza entre Quintana Roo y Belice se ha convertido en un punto estratégico para el paso de droga con rumbo a la Península de Yucatán, por tratarse de una zona poco vigilada, y que por sus condiciones rurales de múltiples caminos sacacosechas y extensos campos de cultivo, es ideal para las operaciones de los narcotraficantes, quienes en este 2018 han intensificado y extendido sus actividades ilegales, al grado de reportarse un promedio de 3 narcoavionetas que aterrizan y despegan cada semana.

De hecho, las narcoavionetas comienzan a buscar caminos en el interior de la Península de Yucatán, ya no sólo operan en las inmediaciones del río Hondo, del lado mexicano o beliceño, sino que procuran sitios en las colindancias de Quintana Roo con Campeche, como sucedió recientemente el pasado 25 de octubre cerca del ejido Río Verde, en el municipio de Bacalar, donde se detectó una narcoavioneta quemada y destruida.

De manera simultánea y durante la madrugada de ese mismo día, los narcotraficantes aterrizaron y quemaron otra narcoavioneta en Belice, en las afueras del poblado Progresso, distrito de Corozal, muy cerca de la frontera mexicana.

El 30 de agosto del año en curso, en los límites de Quintana Roo con Campeche, una narcoavioneta quemada y destruida fue localizada por el Ejército Mexicano (Sedena), la Armada de México (Semar) y corporaciones policiales estatales, en un camino sacacosechas a cuatro kilómetros y medio del poblado Payo Obispo, en el municipio de Bacalar, entre las 13:30 y 14:00 horas.

Ahí se presume que narcotraficantes descargaron entre 500 kilos y una tonelada de droga, que son los que pueden cargar estos artefactos, los cuales fueron sacados o escondidos en la zona en cuestión de minutos, ya que cuando la avioneta fue hallada ya se encontraba quemada y totalmente vacía, pero con indicios de que transportaba un cargamento ilegal.

Otro caso similar ocurrió el pasado 15 de agosto, cuando autoridades beliceñas descubrieron una avioneta incinerada muy cerca de la estación de policía de Blue Creek, distrito de Orange Walk, en Belice, que se ubica a menos de un kilómetro del poblado La Unión, en Quintana Roo, siendo una zona conocida por el constante avistamiento y aterrizaje de narcoavionetas.

Se presume que el avión descargó gran cantidad de droga en las obscuras aguas del río Hondo, por lo que las autoridades de Belice y también las mexicanas tomaron cartas en el asunto.

De hecho, en marzo pasado, una narcoavioneta fue encontrada en la misma área de Blue Creek, distrito de Orange Walk, cerca del poblado mexicano La Unión, en la ribera del río Hondo, como evidencia de una operación de descarga de drogas en la frontera con México, en la que según testigos, participaron dos aeronaves, una de las cuales pudo tomar el vuelo, mientras que la hallada ya no pudo despegar por daños que sufrió al realizar un aterrizaje descompuesto.

Otro incidente tuvo lugar el 31 de mayo de este año, cuando otra narcoavioneta, al parecer procedente de Colombia, descargó gran cantidad de droga en las aguas del río Hondo, entre los poblados La Unión y Revolución. La presunta narcoavioneta después de descargar la droga se elevó nuevamente, para aterrizar en algún punto de Belice o de territorio mexicano, donde cargó combustible y pudo regresar a su lugar de origen.

El 25 de febrero de este mismo año, se encontró un avión quemado en Indian Creek, Orange Walk, y el 26 de febrero, un día después, se encontró otro en las mismas condiciones en Libertad, distrito de Corozal; se presume que ambos artefactos están relacionados con el tráfico de drogas.

Otro de los narcoaterrizajes más recientes tuvo lugar en noviembre de 2017, cuando se descubrieron restos quemados de una avioneta en una zona de maizales cerca de Hill Bank, distrito de Orange Walk.

Todos estos hechos indican que los narcotraficantes están viendo vía libre para operar en Belice, tomando al país como una gran pista de aterrizaje, debido al relativo aislamiento de sus vías de comunicación y a su cercanía con la poco vigilada y larga frontera con México.