Quintana Roo

De la Redacción

CHETUMAL, 14 de diciembre.- Un fracaso resultó el Mando Único Policial implementado por Jesús Alberto Capella Ibarra en el estado de Morelos, quien ahora desde la Secretaría de Seguridad Pública Estatal pretende hacer lo mismo en Quintana Roo.

De hecho, cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelan que en el año 2017, cuando Capella Ibarra estaba al frente de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES) de Morelos, los homicidios en esa entidad federativa incrementaron de manera alarmante, en un 191 por ciento al comparar el año 2008 con el 2017, al pasar de 215 casos a 626.

Las estadísticas revelan que el año anterior se registraron 31 mil 174 homicidios en México: 25 homicidios por cada 100 mil habitantes, tasa que es superior a la registrada en 2016, que fue de 20 homicidios por cada 100 mil habitantes. En Morelos, en 2017, la cifra fue de 626 y una tasa de 32, es decir siete más que a nivel nacional.

Este alarmante incremento de los homicidios en Morelos ocurrió cuando Jesús Alberto Capella Ibarra estaba al frente de la seguridad en esa entidad federativa, donde fracasó su estrategia del Mando Único Policial, misma que ahora pretende instaurar en Quintana Roo.

Por sus escasos resultados en materia de Seguridad Pública, el exjefe policíaco de Morelos fue altamente criticado y descalificado por la sociedad de esa entidad, pero además sobre el pesan señalamientos de corrupción y faltas graves en el servicio público, por lo que el actual gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, ya trabaja en su inhabilitación.

Capella Ibarra quedó a cargo de la seguridad de ese estado el 7 de abril de 2014. Durante su gestión, el Mando Único policíaco se convirtió en la institución estatal más repudiada por la sociedad, pues no sólo su actuación no se vio reflejada en la reducción de los índices delictivos, sino que además se convirtió en la que ocupó el primer lugar en violación a derechos humanos.

Las acusaciones contra el Mando Único no sólo fueron por detenciones arbitrarias, sino que la causa principal fue la de la tortura y los malos tratos. Según los propios datos de la corporación. Durante 2017, el Mando Único detuvo al menos a una persona al día de forma arbitraria, además que el índice de personas detenidas que llegaban hasta el proceso era 95 por ciento fallida.