Quintana Roo

Complicidad criminal

Por Miguel Ángel Fernández

CHETUMAL, 28 de diciembre.- La empresa Servicios Aéreos Milenio (SAM), que dio mantenimiento al helicóptero en el que fallecieron la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso Hidalgo y su esposo Rafael Moreno Valle, es la misma que en su momento no solamente daba servicio a la avioneta tipo Caravan que se estrelló en el municipio de Felipe Carrillo Puerto en junio de 2010, sino que también la operaba, puesto que formaba parte de una sociedad con el exgobernador Joaquín Hendricks Díaz para prestar servicios de taxi aéreo en Quintana Roo.

La aeronave en la que murieron colaboradores del entonces candidato a gobernador Roberto Borge Angulo, en junio de 2010 en la Zona Maya del estado, era un taxi aéreo rentado por la empresa Grupo Aéreo Xiknal, que constituyó el exgobernador Joaquín Hendricks Díaz en sociedad con Servicios Aéreos Milenio, propiedad del empresario y ahora exsenador poblano Ricardo Urzúa Rivera.

Fue el 13 de junio de 2010 cuando se desplomó la aeronave en la que murieron 9 personas, 7 de ellas colaboradores de Roberto Borge Angulo, entonces candidato a la gubernatura del estado.

En su momento, las autoridades federales investigaban las condiciones de mantenimiento que recibían las aeronaves del Grupo Aéreo Xiknal, y se tenían dos hipótesis sobre las causas del accidente fatal: La primera giraba en torno a una posible falla mecánica de la avioneta, y la segunda estaba relacionada con la falta de mantenimiento del avión, lo cual pudo provocar el accidente.

Sin embargo, y a pesar de las extrañas condiciones en las que se presentó el accidente, ninguna autoridad de la Dirección General de Aeronáutica Civil informó los resultados de la investigación, ni de las causas del desplome del avión Cessna C-208 Grand Caravan, con matrícula XA-TWK.

La empresa Grupo Aéreo Xiknal, que dirigía Edgar Hendricks Rubio, tampoco dio la cara para manifestar al público la situación en que se encontraba la nave en cuanto a su estado de mantenimiento, ni las responsabilidades de cobertura de seguro que podría tener con respecto a las víctimas del fatal percance.

El avión Cessna C-208 Grand Caravan, matrícula XA-TWK, con la que el Grupo Aéreo Xiknal prestó el servicio de taxi aéreo al equipo de campaña y de seguridad del entonces candidato a gobernador, Roberto Borge Angulo, se desplomó en medio de la selva, a 300 metros de la aeropista de la ciudad de Felipe Carrillo Puerto, de donde salió a las 5 y media de la tarde con dirección hacia Cancún.

La aeronave cayó en picada cuando no llevaba ni un minuto de vuelo; según testigos oculares fue localizada por los rescatistas a las 8 de la noche con 20 minutos del domingo 13 de junio, sin que ninguno de sus ocupantes pudiera salvar la vida.

En un principio, las versiones que circularon, tras conocerse la caída del avión, eran que el candidato Roberto Borge Angulo viajaba en ella, pero poco después se confirmó lo contrario, ya que el abanderado priista viajó de Felipe Carrillo Puerto a Cancún en otra avioneta, una King Air F90, matrícula XA-JMO, y llegó a ese destino turístico sin problemas.

En el avión, cuya parte frontal quedó destrozada tras el choque con el suelo, mientras su cola se mantenía parada hacia el cielo atorada en ramas de árboles, fallecieron nueve personas, aunque al principio se había informado que eran ocho, incluyendo al piloto y al copiloto, porque no se había tomado en cuenta a un guardia del cuerpo de seguridad del candidato a gobernador.

Murieron en este fatal percance el piloto del avión Salvador Aguilar Madariaga, el copiloto Carlos Bracamontes García, el jefe de seguridad del candidato, Víctor Fernando Marchán Valdez; los policías estatales preventivos José del Carmen García Garmendia y Jesús Abundio Puch Chan, comisionados a la seguridad del candidato; el coordinador de giras del abanderado priista, Óscar Esquivel Ávila; y los asistentes de gestión social de la campaña Catalina Rodríguez Castillo, Mauri Magaña Vicente y Daniel Pacheco Castro.

Como se recordará, el candidato de la Alianza Quintana Roo Avanza suspendió sus actos de campaña durante dos días, para guardar luto por sus colaboradores muertos en el trágico accidente, quienes fueron inhumados en Chetumal, Cancún y Cozumel, de donde eran originarios.

Por la manera como el avión cayó, de acuerdo con las versiones de los testigos oculares, pudo existir una falla mecánica derivada de un defecto de mantenimiento, siendo la causa del fatal desplome del avión Cessna C-208 Gran Caravan, matrícula XA-TWK, algo en lo que coincidían la opinión de pilotos aviadores y técnicos de aviación en campo, que trataban de explicarse la forma como ocurrió el que sigue catalogado como el peor accidente aéreo en la historia de Quintana Roo.

Esto se desprende, según testigos, de que el avión cayó cuando el piloto viró para volver a la aeropista de Felipe Carrillo Puerto, al sentir problemas en el funcionamiento del motor al momento de elevarse, pero sin estabilizar el avión antes de realizar la maniobra, pues al inclinarse la nave en el giro, no le permitió planear en el aire, por lo que perdió altura y se desplomó en picada.

El Cessna C-208 Grand Caravan es un avión de turbina con paletas, al que se conoce como turboprop, con la característica de que la propela debe llevar su “over haul” o servicio de mantenimiento cada determinadas horas de vuelo, por lo que era importante en el esclarecimiento de este accidente conocer si se cumplió con el servicio debido.

Además, era conocido que el piloto y el copiloto de la aeronave eran experimentados profesionales.

Estas características del caso ocurrido en la Zona Maya de Quintana Roo en el 2010 resaltan ahora al ocurrir el desplome del helicóptero en el que murieron la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso Hidalgo, y su esposo, exsenador y exgobernador del mismo estado Rafael Moreno Valle, en el que la sospecha también apunta a una falla en el mantenimiento de la aeronave.

Al igual que en el caso de Quintana Roo, hay dudas de que se trate de una falla humana, porque los tripulantes del helicóptero eran pilotos experimentados, según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), porque el capitán Roberto Javier Coppe Obregón, el comandante del helicóptero, tenía mil 92 horas de vuelo en helicóptero, y antes había sido piloto comercial de aviones y avionetas, mientras que el capitán Marco Antonio Tavera tenía 4 mil 677 horas de experiencia como piloto de ala rotativa, además de que ambos habían realizado cursos de actualización, y tenían en regla sus licencias de vuelo y los certificados médicos.

En cuanto al helicóptero, también prestaba servicio de taxi aéreo, y era una aeronave con pocas horas de utilización, pues es un modelo de siete años de antigüedad, del 2011, y con un tiempo total de vuelo de 2 mil 74 horas.

Hasta ahora, según dijo el propio secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, la hipótesis principal es que el helicóptero se desplomó por una aparente falla mecánica.

Por ahora, los primeros resultados de la investigación sugieren que el helicóptero impactó contra el terreno de forma invertida, es decir, de cabeza; tal como ocurrió en el caso del Cessna C-208 Grand Caravan caído en picada en Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, el 13 de junio de 2010.

En diferentes fotografías se puede apreciar que aparece el patín de cola elevado, y también aparece el rotor del aparato, y la SCT preliminarmente considera que posiblemente, el helicóptero haya impactado con una inclinación de 60 grados

Un testigo de los hechos, Reynaldo Coyoteca, quien dice ser dueño del terreno donde cayó el helicóptero que transportaba a la Gobernadora Martha Érika Alonso y al senador Rafael Moreno Valle, narró que la aeronave ya estaba en llamas desde antes de tocar el piso.

Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido con el caso de la muerte de los esposos Moreno Alonso, en Quintana Roo las investigaciones del accidente en el que murieron dos pilotos y 7 colaboradores del entonces candidato a gobernador Roberto Borge Angulo se mantuvieron en bajo nivel y en el hermetismo, al grado de dar carpetazo al asunto, a pesar de tratarse del peor accidente aéreo de la historia del estado hasta entonces y hasta el momento.

Para investigar el accidente donde murieron los Moreno Alonso, se ha pedido la colaboración internacional de instancias de Canadá y Estados Unidos para garantizar que se conozca la verdad sobre los hechos; pero en el caso de Quintana Roo no se le dio esa relevancia a las indagatorias, y todo indica que es porque en la operación del servicio de taxi aéreo la empresa era propiedad de miembros de la clase política y empresarial quintanarroense y poblana.

Para las labores de investigación técnica, llegaron a Chetumal y Felipe Carrillo Puerto peritos de la Dirección General de Aeronáutica Civil de México, técnicos de Cessna México con base en Toluca y peritos de la aseguradora, que finalmente no dieron a conocer los resultados, mostrando protección hacia los propietarios del Grupo Aéreo Xiknal, que eran el exgoberador Joaquín Hendricks Díaz, y la empresa Servicios Aéreos Milenio (SAM), que ahora es señalada de haber sido la responsable del mantenimiento del helicóptero en el que murieron la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso Hidalgo, y su esposo, exsenador y exgobernador del mismo estado Rafael Moreno Valle.

Tampoco informó sobre los resultados de las investigaciones la empresa Grupo Aéreo Xiknal SA de CV, de Edgar Hendricks Rubio, hijo del exgobernador Joaquín Hendricks Díaz, quien incluso fue citado a declarar dentro de las investigaciones que realizaran las autoridades federales y estatales, para que explicara respecto a las condiciones en que se encontraba la unidad aérea.

Diversas autoridades se deslindaron de los hechos, mostrando la protección desde la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a la empresa SAM y a Joaquín Hendricks Díaz, y hasta la fecha se mantiene el silencio impune sobre este fatal siniestro aeronáutico.

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