De la Redacción
Agobiado por los cobros por derecho de piso vive el sector comercial en Cancún, no importa el tamaño, giro ni ubicación del negocio, los grupos criminales y oportunistas delincuentes comunes que se hacen pasar por sicarios exigen determinadas cantidades mensuales, quincenales y hasta semanales supuestamente para ofrecerles una protección y que nadie toque sus establecimientos.
Ante esta situación, de la que no se ha ocupado ninguno de los tres niveles de gobierno, mes con mes bajan cortinas definitivamente negocios de todos los giros, cansados sus propietarios de sufrir en carne propia las extorsiones, a las que se suman los altos impuestos, los cada día más elevados costos operativos, además de otro tipo de extorsiones, las de los inspectores de Fiscalización que, aunque el comercio tenga todos sus permisos en regla, siempre buscan un pretexto para sangrar a los sufridos microempresarios.
Desde hace varios años el crimen organizado ha acorralado al sector empresarial no solamente de Cancún sino de todo Quintana Roo mediante chantajes, extorsiones, amenazas y secuestros, que hasta hace unos pocos años eran exclusivos de grandes empresarios, pero al paso del tiempo se hicieron extensivos a los pequeños comercios de regiones y colonias populares, lo que aunado a la poca demanda, el pago de renta y excesivos cobros de impuestos ha llevado a muchos a la quiebra, en tanto que otros optaron por cerrar sus establecimientos como medida precautoria y huir de Cancún con sus familias.
La delincuencia ha sembrado el miedo en todos los sectores de la sociedad, hasta el punto que hoy en día prácticamente nadie se salva de pagar los temidos derechos de piso, causa de la quiebra de decenas de negocios de diversos giros a lo largo y ancho de la Zona Hotelera, primer cuadro de la ciudad e incluso las regiones más alejadas.
“Creo que debe haber más vigilancia en todos los ámbitos sociales; desgraciadamente los maleantes tienen todo el tiempo del mundo para planear sus fechorías y las autoridades solamente los agarran cuando cometen un error, pero aún así, el 90% de las veces salen libres gracias a las modificaciones que hicieron al sistema penal, en lugar de reconocer que las cárceles están saturadas, prefieren meter a menos delincuentes a los penales, por eso nunca encuentran elementos los ministeriales ni los jueces”, fue el comentario de un pequeño empresario, dueño de una tortillería que ha sido asaltada en dos ocasiones, aunque según su propietario, no es víctima de cobros por derecho de piso, al menos por el momento.