Por Eva Murillo
Los problemas que están enfrentando los arrecifes de Quintana Roo y que van desde ser dañados por embarcaciones extranjeras que sin permisos están dando paseos en el parque marino ubicado entre Cancún e Isla Mujeres, hasta la falta de leyes y recursos financieros para protegerlos, fueron expuestos de manera contundente ante los senadores de México, con la esperanza de que actúen de forma rápida antes de que la porción del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM) que está frente a las costas de la entidad con mayor éxito turístico del país, se ponga de luto por la muerte total de los corales que han vivido cientos de años.
En una mesa de trabajo titulada: “Temas y problemas emergentes de océanos” a la que asistieron Lorenzo Álvarez-Filip, de la UNAM, como representante de la academia de investigadores en Quintana Roo, y Yadira Gómez Hernández, directora del Parque Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres-Punta Cancún y Punta Nizuc, por parte de Conanp, expusieron necesidades añejas, pero que es prioritario atender si se quiere mantener con vida los arrecifes.
Yadira Gómez, inició su ponencia advirtiendo a los senadores que esperaba no deprimirlos mucho al mostrarles la realidad a la que se enfrentan los arrecifes de Cancún e Isla Mujeres, y al instante se escucharon algunas risas de los presentes, pues no imaginaban la magnitud de los problemas que la directora del parque mostraría.
Empezó enseñando la imagen del encallamiento del barco Discovery, ocurrido en 2007, pero aclaró que han ocurrido 23 eventos de este tipo sin contar los demás que ocurren en el resto de la costa de Quintana Roo, y aunque tiene 11 años de que la embarcación destruyó recursos marinos valiosos, no ha habido castigo para los responsables y el expediente sigue abierto, tampoco en ninguno de los otros incidentes similares.
“En ninguno ha sucedido nada… son cuestiones que tenemos que tratar de cambiar porque el impacto es muy fuerte”, dijo.
Ese momento fue aprovechado por Gómez Hernández para solicitar la actualización de las cartas náuticas correspondientes a las áreas marinas protegidas, pues como en su momento fueron informados, las que existen tienen 30 años de haberse creado.
Pero también remarcó la urgente necesidad de someter el transporte marítimo a un ordenamiento, ya que el crecimiento de embarcaciones en el parque nacional pone en riesgo a diario a los arrecifes de coral, pues “están incrementando mucho en la zona”.
Este aumento está relacionado con las embarcaciones turísticas sin autorización, que operan en el parque marino, sólo con el aval de la Capitanía de Puerto, pero no con el de las autoridades ambientales.
“Tenemos dos clases de piratas, y esto, apenas lo supimos. Unos son los que tienen su permiso de turismo náutico, pero no el de las Áreas Naturales Protegidas y están entrando a hacer actividades y los otros que son los que apenas nos enteramos y nos tiene alarmados, que son las embarcaciones extranjeras, que muchas vienen de Delaware y Florida”, detalló.
En ese punto, expuso a los legisladores que las leyes mexicanas permiten que estos barcos permanezcan en territorio mexicano hasta por 10 y 15 años, tiempo que están aprovechando para dar servicios turísticos en Cancún sin contar con permiso para hacerlo y al desconocer la zona son las que encallan en los arrecifes.
“Estas no tienen ninguna regulación… es necesario hacer un punto de acuerdo y de visión en estas actividades que están yendo a la alza”, resaltó.
Las solicitudes de Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), fue otro de los puntos abordados, las cuales fueron calificadas por la representante de la Conanp como “un dolor de cabeza”.
“Las hay de cuatro tipos: conservación, ornato, uso general y agricultura, ganadería, pesca o acuacultura. Allá (Cancún), la gente hábilmente siempre las solicita de conservación, pero después, como el trámite lo permite, piden el cambio. Uno cree que van a conservar que no van a poner nada removible y terminan cambiándolas”, remarcó y exhortó a los senadores poner atención a ese punto porque parece que en este destino turístico más vale pedir perdón que permiso.
El foro fue aprovechado para hablar a los senadores de la mortífera enfermedad coralina llamada Síndrome Blanco, que ha matado a especies de coral formadoras de arrecifes. Luego de informarlos sobre las líneas de acción relacionadas con el turismo, pesquerías, calidad del agua y otras, aclaró que lo que está acabando con los corales está precisamente en el agua.
“Si nosotros contaminamos en la selva, en los cenotes o en los municipios, todo va a dar al arrecife y tenemos tan corto del acuífero y aún así las normas nos permiten inyectar aguas tratadas a 50 ó 100 metros de profundidad, pero hay zonas como Isla Mujeres que la mitad no tiene drenaje, así como en otros municipios”, abundó.
“Tenemos que trabajar mucho en impulsar la revisión de las normas y cambiar esto porque es un vacío de conocimiento de la zona”, resaltó.
El doctor Lorenzo Álvarez-Filip pidió a los senadores que no vean a los científicos solo como descubridores de nuevas cosas, pues actualmente trabajan en cómo saber qué medidas de conservación implementar para no seguir perdiendo la salud ambiental.
Para lograrlo, además de exponer la imperiosa necesidad de cambiar estilos negativas de vida para aminorar los impactos al arrecife, puntualizó que las acciones que puede tomar el Senado deben estar enfocadas a crear o impulsar iniciativas de la Norma Oficial Mexicana (NOM), como la que él junto con otros especialistas en corales y la Conanp, propusieron en 2016 a la Cámara Alta, lo cual pretende proteger a los arrecifes de coral.
“Crearla es importante porque todo lo que tiene que ver con la costa y desarrollo costero, para frenar tenemos que basarnos en los programas de manejo o daños a ciertas especies y si estas no están presentes, ya es difícil hacerlo, pero si tuviéramos una herramienta legal que nos permita decir que los arrecifes están protegidos y cualquier actividad los pone en riesgo, sería una herramienta más fuerte para frenar las actividades”, detalló.
Al igual que Gómez Hernández, pidió a los legisladores revisar las normas de tratamiento de aguas residuales, lo que implicaría un desarrollo pausado en las costas de Quintana Roo.
Para rematar su intervención, el especialista en corales y arrecifes, quien además fue quien detectó el primer brote de Síndrome Blanco en Quintana Roo, exhortó a los senadores a dar la importancia debida a las acciones que realizan las agencias de gobierno que están a cargo de la protección y estudio de los arrecifes en el país.
“Yo les solicito que haya un esfuerzo directo para entidades como Conabio o Conanp, que son entidades importantísimas en el país, que lo que se debería hacer es fortalecerlas y no estar viviendo en la incertidumbre de qué es lo que va a pasar con ellas. Tenemos que fomentar la investigación científica”, remarcó.
Cerró su intervención, mostrando la gráfica de cómo ha ido en picada el presupuesto asignado a la vigilancia de Áreas Naturales Protegidas contra el aumento en la extensión de zonas que han sido catalogadas con ese nombramiento.
“Esto es casi un ruego de mi parte. No podemos permitir que esto siga. Por mucha normatividad y leyes si seguimos sin tomar acciones directas va a ser muy difícil que podamos preservar los sistemas arrecífales y otros ecosistemas”, subrayó.