De la Redacción
Mucha menos vigilancia de la habitual en la Zona Hotelera, hasta el punto que en el filtro ubicado cerca del monumento a Fonatur no había un sólo policía, mientras que en el que se encuentra cerca de playa Las Perlas, únicamente se encontró una patrulla y un policía a pie, cuando por lo general son al menos cuatro elementos los que se ubican estratégicamente y solicitan a los vehículos que consideran sospechosos que se orillen a fin de revisar los documentos del carro y del conductor.
Así ordena vigilar la Zona Hotelera el secretario de Seguridad Pública Estatal, Jesús Alberto Capella Ibarra, cuya consigna más parece ser que los policías se hagan ojo de hormiga para que los delincuentes puedan cometer cualquier fechoría, incluyendo arrojar un cadáver en algún punto de la zona de playas para sembrar el pánico y la inestabilidad.
En teoría, los accesos a la Zona Hotelera se encuentran blindados, pero en la práctica, la vigilancia policial no sirve de mucho y la prueba está en que el sábado en la mañana no había un solo elemento en el filtro del acceso por el aeropuerto, pero lo más grave es que también el puesto de control de la carretera federal también estaba vacío, sin elementos ni patrullas.
A lo largo de un recorrido por el bulevar Kukulcán solamente se encontró una patrulla de la Policía de Quintana Roo y otra de la Policía Federal; incluso, el número de uniformados apostados en los accesos de algunos balnearios públicos era menor que en otras ocasiones, cuando hasta tres o cuatro elementos se encargan de la vigilancia, principalmente en Gaviota Azul, uno de los balnearios más conflictivos de la Zona Hotelera.
Ernesto Arévalo, mesero en la zona de playas, dejó patente su preocupación sobre el tema y expresó que “no por ser temporada baja se va a reducir la vigilancia, ya hay bastantes problemas aquí, tenemos el caso del turista que despareció de la discoteca Palazzo y del que no se sabe si está vivo o muerto, tal parece que no hay investigaciones para dar con su paradero, estuvieron revisando en la laguna un día o dos, pero hasta ahí, es como si ya se hubiesen olvidado del muchacho”.
Agregó que de un par de años a la fecha se ha relajado mucho la vigilancia en la Zona Hotelera, hasta el punto que en las temporadas altas apenas se nota la diferencia.
La empleada de un minisuper comentó que tal parece que a las autoridades no les importa en lo absoluto brindar seguridad al turismo ni a los propios trabajadores, mucho menos inhibir la acción de los delincuentes, tanto los que cometen robos y asaltos como aquellos que ejecutan o desaparecen personas.
En este sentido, mencionó que de todos los delitos de alto impacto perpetrados en la Zona Hotelera, que incluyen ejecuciones, ataques a balazos y robos a establecimientos comerciales, no se ha logrado detener a ninguno de sus responsables.
Y para rematar, la desaparición del joven turista regiomontano Sahir Alexis López Ruiz, quien se esfumó misteriosamente desde el pasado 11 de julio; la última vez fue visto en la discoteca Palazzo, ubicado en Punta Cancún, que a la fecha permanece clausurada.