Por Gerardo Reynoso
En medio de un operativo meticuloso y discreto, la Interpol detuvo en Cancún, el pasado jueves a Raúl Luis Martins, exagente de inteligencia, quien se encuentra preso todavía en esta ciudad y enfrenta una orden de extradición para Argentina.
Raúl Luis Martins enfrenta en su país natal un proceso de solicitud de prisión preventiva dictado por la juez María Servini, por lo cual existía una orden de extradición para el gobierno federal de México.
Desde hace 18 años, los diarios Por Esto! señalaron la podredumbre que manejaba Raúl Luis Martins con la protección de ex gobernadores y también de expresidentes de la República durante los gobiernos panistas.
La investigación realizada por los diarios Por Esto! dio cuenta a detalle de toda la red de protección e incluso, las relaciones directas con medios locales, para difundir una imagen ficticia de Raúl Luis Martins, quien quería pasar en Quintana Roo como distinguido empresario, cuando en realidad encabezaba una red delictiva que fue parte del origen de la crisis de seguridad que vive actualmente el principal destino turístico del país, producto de las relaciones con grupos delincuenciales que ahora operan en el Caribe mexicano.
De acuerdo a fuentes oficiales policíacas, la detención de Martins fue concretada por Migraciones en México, ya que tenía un pedido de captura que fue librado después que la Cámara Federal de Justicia de Argentina, ratificara a mediados de este año su procesamiento en la causa, donde se le investiga por explotación sexual, asociación ilícita y lavado de dinero.
Un dato importante dentro de la detención, es que la extradición está condicionada, debido a que el ex espía del SIDE de Argentina, también enfrenta una investigación federal en México.
La causa sobre Martins investiga diferentes delitos asociados a la prostitución y trata de personas. La acusación original se amplió sumándose los delitos de asociación ilícita y lavados de activos.
Aunque desde hace décadas se señala a Raúl Martins (70) como dueño del negocio de la prostitución VIP en Buenos Aires, el poderoso ex agente de la SIDE siempre logró esquivar las balas. Millonario, hace 16 años se mudó a México y desde allí controla sus negocios.
En mayo pasado, Sebastián Casanello, juez federal, elevó a juicio oral una causa contra el hijo mayor del espía, Mariano Julio Augusto Martins (35), acusado de lavar dinero de la prostitución y la trata entre 2009 y 2011. Y el jueves, la jueza María Romilda Servini de Cubría firmó una resolución que apunta directamente al jefe del clan, refiere el periódico Clarín, de Argentina, en su nota sobre el caso.
La aprehensión llegó como consecuencia de la decisión de la Cámara Federal I, de confirmar el 3 de septiembre el procesamiento y pedido de prisión preventiva solicitados por María Servini, jueza federal, quien de esta manera recibió luz verde para requerir la extradición a México, donde Martins se había radicado hace más de 15 años.
Según la acusación, el ex espía llevaba mujeres engañadas y las obligaba a ejercer la prostitución. Según la hija de Martins, el ex espía habría regenteado varios locales nocturnos en Buenos Aires, tales como The One, Rouge, Brut, New Manhattan, Fama, Hot Area, Top Secret, Oba Oba, Apart Hotel y Swinger Club Anchorena.
Servini había archivado la denuncia en 2012 porque algunos de los cabarets denunciados ya están siendo investigados en otro expediente, mientras que en otros casos Martins había sido absuelto. Además, consideró que su hija habría utilizado la denuncia para “ejercer presión sobre su padre”, en el marco de un reclamo de dinero por el divorcio con su madre. Sin embargo, en aquel momento la Cámara Federal revocó la decisión de la magistrada, al hacer lugar al planteo del fiscal Federico Delgado.
El caso volvió así a activarse nuevamente en 2016, cuando la jueza ordenó indagar a Martins y su mujer, que tuvieron como último domicilio conocido una casa en México, donde habrían regenteado The One y otros locales nocturnos en Cancún. En una causa paralela también se procesó al hijo y la madre del ex espía por lavado de dinero.
Ahora, y a no ser que decida volver al país por voluntad propia, Martins deberá afrontar un juicio de extradición en México, donde se decidirá su futuro procesal. Argentina y México suscribieron un tratado de extradición en mayo de 2011. La Ley 26.867 que lo aprobó fue sancionada el 5 de julio de 2013 y promulgada el 3 de julio de ese año.