Por Yolanda Gutiérrez
Cae dramáticamente la demanda en la Zona Hotelera, producto de una temporada baja que -a criterio de comerciantes y prestadores turísticos de diferentes giros- es mucho peor que en años anteriores, cuando para el mes de octubre la presencia de visitantes era mayor a la registrada este 2019.
Y los turistas que arriban al destino durante la temporada baja tampoco redundan en una buena derrama económica para los prestadores de servicios, en virtud de que la mayor parte vienen en plan todo incluido y es poco el gasto que realizan fuera de sus centros de hospedaje.
A criterio de los sectores enfocados al turismo, la temporada baja “pega” mucho más que en años anteriores a causa de la invasión de sargazo que afectó nuestras costas durante los meses de mayor afluencia, aunado al ambiente de inseguridad que se percibe y del cual los turistas no quedan exentos.
Los delitos de alto impacto alcanzaron la Zona Hotelera, donde se han registrado a lo largo del año varios asaltos a restaurantes, negocios particulares y, lo más grave, la desaparición del turista originario de Nuevo León Sahir Alexis López Ruiz, visto por última vez la noche del 11 de julio en la discoteca Palazzo y de quien, hasta la fecha, se desconoce su paradero, ante la desesperación de sus familiares.
En restaurantes, plazas comerciales y mercados de artesanías la situación se ha tornado difícil, tanto para los empresarios como sus empleados, que ya no ven lo duro sino lo tupido, en virtud de que ante la notoria ausencia de visitantes, los ingresos que perciben han disminuido considerablemente, sobre todo para algunos sectores como el comercial.
Situación que viven especialmente los comisionistas, quienes por lo general carecen hasta de un salario mínimo, razón por la que deben recurrir a todo su repertorio con objeto de que los escasos turistas se interesen por la contratación de sus servicios.
Algunos prestadores de servicios, más previsores, aprovecharon los ingresos percibidos en los meses de temporada alta, que este año tampoco estuvo brillante, para hacer su colchoncito, previendo los apuros de los meses malos, en tanto que otros que no tuvieron esta precaución ya no saben qué hacer para salir adelante.
Nando Robles, mesero en un restaurante, comentó que a pesar de los bajos ingresos percibidos no pasa demasiados apuros económicos debido a que tuvo la precaución de ahorrar, lo que no había hecho anteriormente.
“Apenas llevo dos años en Cancún, llegué porque un amigo me habló maravillas del destino, que se ganaba dinero muy fácilmente así es que me decidí y la verdad, aunque no fue tan bueno como me lo pintaron, tampoco puedo quejarme, sí ha bajado mucho la demanda en comparación con el verano pero no estamos en ceros”.