Por Francisco Javier Díaz Medina
COZUMEL, 16 de noviembre.- El golpe económico que la empresa Ultramar pretende aplicar a los cozumeleños con el aumento exorbitante de sus costos de pasaje, es algo que rechazan empresarios, algunos consideran que pueden aumentar sus costos, pero la gente es quien al final decide cuál naviera utilizar.
El alza a los precios caros, porque uno redondo para adulto oscila en 400 pesos, que venderá la naviera Ultramar, entrará en vigor a partir de este 19 de noviembre; y para Fernán Salazar Medina, empresario de servicios náuticos y representante de la marina La Caleta, “viene agravar más la situación en estos momentos para los que vivimos, definitivamente agrava a las familias más humildes y al empresario más encumbrado, ahorita esta naviera y empresa monopólica está demostrando que ellos en cualquier momento suben sus precios, sin analizar y menos consultar con el pueblo, y si al llegar los turistas a los módulos se llevan la mala sorpresa, y mejor el visitante prefiere quedarse en la Riviera Maya para evitar esos altos costo de boletos a Cozumel”.
Agregó que esta situación “es grave para los cozumeleños y afecta a todos una alza de ese tamaño ya que afecta de igual manera al destino, es una alza irresponsable en este momento en una temporada baja que se tiene, una temporada que está ocasionando problemas económicos para los que deben rentas, al estar parados luego haber cerrado los servicios acuáticos hacia algunos arrecifes”.
Por su parte, Josefa López Castillo, empresaria restaurantera y presidenta estatal de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), coincidió con afectará al destino turístico, y sobre todo a los isleños, señalando que “sería mejor no usar el servicio de esa naviera como presión, la cual continuamente comete arbitrariedades, dañando las bolsas de las personas con este casi cien por ciento que tendrá el boleto de cruce”.
“Esta mala práctica ya se venía viendo desde lo que pasó con los barcos Caribe, tenemos que unirnos los cozumeleños porque estos problemas afecta nuestra economía”.
Exhortó a los pobladores, entre ellos a los extranjeros residentes, a que “levantemos la voz, si hay que hacer una marcha de protesta lo haremos, si también demandar ante las autoridades federales lo haremos, hay que hacer presión para buscar otras opciones, no vamos a permitir que grupos de empresarios afecten nuestro destino y nuestra economía, tienen que ser conscientes de nuestra situación, que Cozumel se siga viendo lleno de visitantes y para ello no seguir con esas acciones de aumentar los precios de los boletos”.
Expresó por último, que espera que la otra naviera (Winjet), no incremente de igual manera los precios de los boletos; aunque hasta ahora no lo han hecho
En ese sentido, el empresario Eduardo González Cid, explicó que México es un país de libre mercado, y la empresa ha apostado por tener un producto diferenciado del cual anteriormente se utilizaba, y en el tiempo que han estado operando con las nuevas embarcaciones han subido los precios a los turistas, peninsulares y también para los locales, ahora se maneja un alza más para la fecha indicada.
Mencionando que no obstante con esos cambios, el libre mercado lo aceptara o rechazará, y que el libre mercado dejará que haya competencia y la competencia aprovechará estos cambios o se sumará a ellos, mientras no existan los problemas de antes, donde se ponían de acuerdo para subir los precios cada uno puede hacer lo que le conviene de acuerdo a su estrategia.
Enunciando que por mucho tiempo se ha peleado, que en la constitución se marca que por toda ruta de cuota tiene que haber una alternativa libre, la forma del libre tránsito en el país, sin embargo, los prestadores del servicio igual, si hoy o mañana quiere subir sus precios y las navieras lo quieran hacer lo puede hacer y la otra igual, es estratégico este punto para Cozumel.
Asimismo, María del Carmen Joaquín Hernández, empresaria y dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), dijo, que esta acción es a consecuencia de la libre competencia, al haber dos empresas el beneficiado es el usuario final, que puede elegir dos servicios y dos precios, decidir qué tipo de servicio y costo utiliza y es un caso de elegir.