Por Ovidio López
ISLA MUJERES, 17 de noviembre.- El Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó el jueves 14 de noviembre de 2019 la actualización de la lista de especies en riesgo de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, en que incluye 42 especies, entre las cuales figuran pastos marinos, un eslabón importante de la fauna marina.
La reacción fue muy favorable en el ámbito científico en este campo, especialmente en el Caribe mexicano que enfrenta serios problemas con la enfermedad del blanqueamiento del coral, justamente, también, se incluyó en ese listado el coral montaña y peces loro.
Trajo festejo a los académicos y cuidadores de parques nacionales, entre ellos la bióloga María del Carmen García Rivas, directora de los parques Isla Contoy y Puerto Morelos, quien en su cuenta en redes sociales compartió “por fin se publicó, la modificación a la Norma-059, incluye pastos marinos, peces loro, coral montaña. Actuemos y promovamos una moratoria al "desarrollo" en Quintana Roo”, propuso.
De acuerdo con el Artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde establece el derecho de toda persona a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar, mandato constitucional que implica la protección del conjunto de elementos naturales y artificiales o inducidos por el hombre que hacen posible la existencia y desarrollo de los seres humanos y demás organismos vivos que interactúan en un espacio y tiempo determinados.
Aquí en Isla Mujeres desde la década de los 50s comenzó el cuidado del medio ambiente, con don Gonzalo Chalé Maldonado (+) con la tortuga marina y don José de Jesús Lima Gutiérrez (+) con la gestión para convertirse en parques los alrededores de este centro vacacional, apoyado después por Ramón Bravo (+).
Oficialmente el gobierno mexicano estableció la NOM “como precedentes al Acuerdo por el que se establecieron los criterios ecológicos CT-CERN-001-91, que determinaba las especies raras, amenazadas, en peligro de extinción o sujetas a protección especial y sus endemismos, de la flora y la fauna terrestres y acuáticas en la República Mexicana, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 17 de mayo de 1991 por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología en coordinación con la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos y la Secretaría de Pesca…”.
Ahora hay una larga lista de especies en riesgo para proteger, en que fundamenta la necesidad de participación de todos. El impacto del alto volumen del turismo en el Caribe mexicano evidencia su afectación, por ello que sugerencia de “moratoria al desarrollo en Quintana Roo” por García Rivas.
De acuerdo a la publicación del DOF, el Subcomité I de Recursos Naturales Renovables y Actividades del Sector Primario creó un Grupo de Trabajo Plenario para la revisión de las propuestas recibidas, mismo que “se subdividió por campo de experiencia de los miembros y de acuerdo a los grupos biológicos referidos en los 213 comentarios recibidos. Dicho Grupo sesionó durante cuatro ocasiones, derivando en la inclusión de 42 especies en alguna categoría y el cambio de categoría de 4; además se actualizó la taxonomía a 133 especies”.
Por su parte la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) llevó a cabo la validación taxonómica (adecuación y actualización a los nombres científicos de las especies), de acuerdo con los Catálogos de Autoridades Taxonómicas, y a lo establecido por el Código Internacional de Nomenclatura Zoológica y por el Código Internacional de Nomenclatura para algas, hongos y plantas; así como con una lista de referencias bibliográficas que respaldan la revisión taxonómica de las especies enlistadas, dicha lista es pública y se puede consultar en la página de la Conabio (https://www.biodiversidad.gob.mx/especies/ref_nom059.html), en la que es posible buscar información puntual por especie y están incluidas las referencias en cada uno de los nombres enlistados.
Las especies que se incluyeron fueron: Gossypium davidsonii, Gossypium trilobum, Gossypium turneri, Oncidium poikilostalix, Plectrophora alata, Telipogon helleri, Dudleya pachyphytum, Turbinicarpus horripilus, Prosthechea karwinskii, Phragmipedium humboldtii, Laelia halbingeriana, Laelia furfuracea, Laelia crawshayana, Laelia autumnalis, Laelia áurea, Porites sverdrupi, Pocillopora inflata, Orbicella annularis, Orbicella faveolata, Leuresthes sardina, Scarus gucamaia, Sparisoma chrysopterum, Scarus coelestinus, Scarus coeruleus, Scarus iseri, Sparisoma rubripinne, Scarus taeniopterus, Scarus vetula, Sparisoma viride, Sparisoma aurofrenatum, Mobula birostris, Mobula hypostoma, Mobula mobular, Mobula munkiana, Mobula tarapacana, Mobula thurstoni, Kinosternon vogti, Calidris alpina pacífica, Calidris mauri, Charadrius wilsonia beldingi, Limosa fedoa y Amazona autumnalis.
Pasto marino, eslabón de vida
Las variedades de pasto marino implican en su protección de suma importancia, coinciden especialistas, pues representa un eslabón de vida. En la lista aparecen: Pasto marino (género Halodule) del sistema arrecifal, pasto marino del manatí (Syringodium), pasto marino caribeño (Halophila), Pastro marino Estella (especie, Engelmannii) y pasto marino de tortuga (género, Thalassia) y pasto marino de rompiente (especies scouleri y torreyi).
Sobre este caso, el cronista Fidel Villanueva Madrid que es asesor de la reserva de Isla Contoy, solicitó la necesidad de urgencia de “estudios para flora y fauna marina. “Frecuento desde niño nuestro litoral, y hoy veo como van desapareciendo enormes pastizales por la sobrepoblación de tortugas”, advirtió.
Si en 1984, agregó, era urgente ponerlas en veda, hoy ya es necesario conocer su población (de los quelonios), porque están blanqueando los fondos marinos, afectando así a otras especies animales. Particularizaría en el caso del Contoy y sus aguas periféricas. Quienes navegan por ellas pueden dar fe de lo anterior.
Ese estudio es asunto pendiente que habrán de desarrollar los especialistas para considerar sobre la excesiva presencia de la tortuga marina, y desde hace una década el que fuera el primer alcalde de Isla Mujeres, Ariel “Picho” Magaña (+), también solicitaba ya cuota de captura del espécimen, especialmente la blanca y caguama.