Por Eva Murillo
A las mujeres en México se les asesina con saña. En el caso de los hombres que son matados, en la mayoría de los casos el arma que se utiliza es de fuego, a las mujeres se les quita la vida a golpes, asfixiándolas o a puñaladas y antes de todo eso son abusadas sexualmente y sus restos son exhibidos en la vía pública.
Lo anterior fue una de las explicaciones dadas por Edith Olivares Ferreto, jefa de la unidad de Derechos Humanos de Amnistía Internacional México, durante el panel Juntas hasta la Vida, efectuado en Cancún.
“Cuando a una mujer es asesinada se le expone en la vía pública, hay mutilación de genitales, hay violencia sexual… es cruel pero así es la realidad, a las mujeres se les mata con más violencia, sobre todo de tipo sexual… hay menos mujeres que son asesinadas con armas de fuego que varones, a las mujeres se las asesinan con armas blancas, se les ahorca, a muchos golpes. Ahí vemos la misoginia que se expresa en ese asesinato, el como se detona tanta ira y rencor para poder matar a una persona a golpes”, detalló.
Reconoció que hay algunos asesinatos de mujeres que pueden estar vinculados al crimen organizado pero aún estos casos, dijo, es necesario analizar la forma en que se trata el cuerpo de la mujer, pues eso les permite señalar que hay un elemento de género.
“Por eso decimos que es un feminicidio, así lo señala el código penal”, remarcó.
Como casos emblemáticos y que reflejan lo que pasa en todos los estados del país habló de los asesinatos de Karla y Alondra, la primera era una joven estudiante de nutrición de San Luis Potosí y la segunda una madre de familia. Estos dos crímenes presentaron características de feminicidio, sin embargo, las autoridades no los investigaron así.
Previo a la muerte de Karla hubo acoso laboral, su cuerpo presentó múltiples golpes, casi pérdida de un ojo, huellas de asfixia en el cuello, pero aún así la autoridad dijo que se trató de un crimen doloso y que su muerte fue provocada por el golpe que se dio contra una puerta de cristal.
En el caso de Alondra, ella acudió ante las autoridades a denunciar maltrato familiar y por ello le otorgaron orden de resguardo, sin embargo, las autoridades que debían dárselo no fueron notificadas y a los días haber dado a luz su segundo hijo murió a manos de su pareja.
En Quintana Roo y en el resto de México hay muchas Karlas y muchas Alondras, son asesinatos que pudieron evitarse pero por omisión de las autoridades ahora ya no están con su familia o sus hijos.
“Las omisiones cometidas por el estado derivan en feminicidios en México. Hay omisiones en el estado que permiten que ocurran (los asesinatos), por lo tanto las convierten en violación a los derechos humanos, pues también tiene responsabilidad”, dijo.
Entre las omisiones detectadas por Amnistía Internacional México es que el Estado falta a su obligación de proteger a las mujeres, pues ellas acuden ante las autoridades a enterarlos que están en riesgo y no se les brinda una adecuada protección.
Otras son las omisiones que comete el Estado una vez que está perpetrado el feminicidio, y que se refleja en el retraso de la detención de los presuntos responsable, en las investigaciones para calificar la muerte de mujeres como feminicidios.
“Hay desaseo en la investigación, pérdida de evidencia, no hay acceso a las carpetas de investigación… en este país cuando se asesina a una mujer los agentes (investigadores) del estado hacen lo quieren, menos investigar la muerte como feminicidio”, lamentó.
En el país hay un incremento sostenido de la cantidad de mujeres que son asesinadas, pero no se sabe cuantos de esos casos son feminicidios.