Por Gabriel E. Manzanilla
CHETUMAL, 24 de noviembre.- Al menos cuatro navieras han quebrado en Quintana Roo a consecuencia del monopolio de Ultramar, empresa favorecida y protegida desde los tres niveles de gobierno.
Por más de una década Ultramar ha ejercido un monopolio en Quintana Roo, tiene dominado el mercado e impone las tarifas a su antojo, primero las baja artificialmente para afectar y sacar de la competencia a otras empresas de ferris; luego, al no tener competidores, eleva de manera discrecional los precios del pasaje.
Las prácticas monopólicas de la empresa han llevado a la quiebra a navieras como Marinsa Turismo, Naveganto, Naviera Convoy y Marítima Isla Mujeres, lo que le ha permitido acaparar el mercado en las rutas Cancún-Islas Mujeres y Playa del Carmen-Cozumel.
Su última competencia fue la empresa Barcos Caribe, que mientras operaba logró mantener a raya a Ultramar, impidiendo el abuso de las tarifas y dando precios justos en beneficio de habitantes y turistas quintanarroenses.
Sin embargo, en un sospechoso incidente que a la fecha no se ha podido esclarecer, Barcos Caribe dejó de operar en febrero de 2018, luego de una explosión provocada en una de sus embarcaciones, lo que posteriormente provocaría que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) le suspendiera el permiso, a pesar de que la naviera comprobó su documentación y todos los requisitos necesarios para seguir funcionando, en acto que está más relacionado con la vinculación de la naviera al exgobernador Roberto Borge Angulo.
Luego de la suspensión del permiso de operación a Barcos Caribe, las dos navieras que comparten la ruta Playa del Carmen-Cozumel incrementaron sus tarifas en un golpe para los bolsillos de los usuarios, puesto que el costo se triplicó en marzo de 2018.
Ahora, con la complicidiad y el proteccionismo de la SCT, de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), de la Apiqroo, así como de otras instancias relacionadas, Ultramar vuelve a asestar un duro golpe a la economía de los cozumeleños y de todos aquellos usuarios que llegan a la ínsula, pues en mutuo acuerdo con su competidora Winjet decidieron aumentar sus precios de manera discrecional e injustificada.
Ultramar ya ha recibido sanciones económicas tras descubrírsele prácticas monopólicas en perjuicio de las familias y turistas quintanarroenses, pero ni eso ha podido frenar los abusos de la naviera, que sigue actuando impunemente ante la ausencia de una regulación de índole federal.
La falta de regulación por parte del gobierno federal para ordenar el transporte marítimo, y brindar seguridad personal y comercial a prestadores del servicio y usuarios, ha ocasionado problemas como los siguientes: la existencia de una incorrecta asignación de las instalaciones portuarias; en el caso de Isla Mujeres, la terminal Puerto Juárez se encuentra asignada de forma exclusiva a un solo operador, hoy llamado Ultramar, mañana con otro nombre; mercados monopólicos y oligopólicos sin competencia efectiva; el servicio que prestan los ferries mixtos de carga y de pasajeros hasta el 2016, en todos los mercados de Quintana Roo eran monopolio.
Otras problemáticas son la no existencia de una lógica económica en las asignaciones de los costos portuarios, lo que ocasiona sobrecobros en Cozumel por parte de la administración portuaria para subsidiar a los demás puertos; la existencia de una venta discriminatoria del servicio de transporte marítimo, atendiendo al lugar en donde es vendido el boleto y al tipo de usuario local, o turista nacional o extranjero; la existencia de depredación de precios y subsidios cruzados entre competidores con el objeto de desplazar a sus actuales o posibles competidores; sobreprecios en ciertas rutas que no corresponden a la lógica de los precios cobrados en rutas similares, lo que evidencia que no hay una relación precio-costo en los operadores.
La falta de regulación federal del transporte marítimo en Quintana Roo ha permitido que unos cuantos, con mayor poderío económico y en algunos casos de dudosa procedencia, impongan sus reglas convirtiéndose en verdaderos depredadores del resto de los prestadores del servicio y acaparadores de los usuarios a quienes imponen sus cuotas tarifarias de manera discriminatoria.
Es importante recordar que en el año 2011, el pleno de la Cofece resolvió imponer multas que suman alrededor de 45 millones de pesos a las empresas Golfo Transportación, Naviera Ocean GM (Ultramar) y a Naviera Magna (Ultramar), empresas que incurrieron en prácticas monopólicas absolutas en el mercado de transporte marítimo de pasajeros en los puertos de Quintana Roo, según consta en el expediente DE-002-2014.
En el 2016, las mismas empresas reincidieron en prácticas absolutas en el transporte marítimo de pasajeros en dos rutas principales: Cancún-Isla Mujeres y Playa del Carmen-Cozumel, por lo que la Cofece volvió a sancionar a dichas empresas imponiéndoles una sanción económica por un monto de 25 millones 750 mil pesos.