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Por Santos Gabriel Us Ake

 

VALLADOLID NUEVO, LAZARO CARDENAS, 6 de noviembre.- Aún no se define el destino final del comedor de la ex Sedesol, pues apenas iniciaron las pláticas entre el ejido y el comité de cocineras y habrá otra reunión, después de varios meses de cesar la venta de alimentos a bajo precio a las personas más necesitadas, explicó hoy Maricarmen Jiménez Alamilla, presidenta del Comité del Comedor Comunitario de Valladolid Nuevo.

Tuvieron una reunión de trabajo los nuevos directivos del Comisariado Ejidal y las integrantes del Comité del Comedor Comunitario el martes pasado, para discutir el futuro del edificio construido por la entonces Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), ahora Secretaría del Bienestar.

Las cocinas económicas fueron parte del programa de venta de desayunos y comidas a las personas de escasos recursos durante el sexenio de Peña Nieto, y para tal efecto, fueron construidos numerosos comedores en los poblados marginados, sin embargo, desde noviembre de 2018 cesó el suministro gratuito de despensas para la elaboración de los alimentos y paulatinamente fueron cerrados, al ser insostenibles.

En el caso del inmueble ubicado en la delegación de Valladolid Nuevo, un poblado situado en el kilómetro 261 de la carretera federal Cancún-Mérida, Maricarmen Jiménez Alamilla dijo que desconocen en realidad a quién pertenece el terreno donde fue construido el comedor porque no han visto el título de propiedad, tampoco saben si existe un convenio de comodato o solamente suponen que es del ejido.

Mientras tanto, indicó que se mantienen en espera de qué va a suceder con el edificio, pues en esta primera reunión no llegaron a ningún acuerdo, y solamente se estableció realizar una segunda junta de trabajo, pero no establecieron la fecha.

Ella comentó que “no queremos llegar a un conflicto, sino arreglar las cosas pacíficamente”. Y recordó que desde hace más de dos años trabajaron en la cocina, luego de que las mujeres del poblado se organizaron en grupos para gestionar este beneficio social, pero ante la suspensión de los apoyos del programa tuvieron que cerrar.

Afirmó que ella y una compañera más tienen las llaves del local, y dijo que los utensilios de cocina se encuentran dentro del establecimiento, tales como ollas, sartenes, tenedores, platos, el tanque de gas, la estufa, entre otros enseres domésticos.

Dijo que formaron el comité con 15 integrantes y lo dividieron en cinco grupos para que funcione uno cada día, para trabajar de lunes a viernes, de 4:00 a 15:00 horas, para la venta de los alimentos a bajo precio a los estudiantes que entran temprano a la escuela, a los pobladores de escasos recursos, incluso a ejidatarios de la tercera edad.

Señaló que atendían entre 120 y 150 niños y adultos todos los días, y los platillos que ofrecían eran dos empanadas con café o arroz con leche a un precio de 5 pesos; y al mediodía alimentos con tortillas hechas a mano con un vaso de agua fresca también a 5 pesos. En ese entonces, el gobierno federal por medio del programa les suministraba víveres gratis para la elaboración de los desayunos y comidas, y precisamente, por eso, los ofrecían a bajo precio, y también aportaban parte de su propio dinero para la compra del gas y algunos utensilios.

 

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