Por Miguel Ángel Fernández
CHETUMAL, 30 de noviembre.- De aprobarse en consulta pública el proyecto del Tren Maya, el trazo correspondiente a Quintana Roo se construiría a finales de 2021, mientras que las estaciones correspondientes a la zona sur, hasta el momento están proyectadas una en Chetumal y otra entre los límites de Xul-Ha y Bacalar.
Lo anterior fue dado a conocer por Luis Miguel del Villar, coordinador de Medio Ambiente del Fonatur-Tren Maya, en el marco de la asamblea regional informativa del proceso de consulta previa e informada sobre este macro proyecto del gobierno federal.
Ante unos 500 representantes de diversas comunidades del municipio Othón P. Blanco, se expuso que dentro de los objetivos del Proyecto de Desarrollo del Tren Maya se pretende aumentar la oferta de medios de transporte para fortalecer el comercio de los productores locales, elevar la conectividad para mejorar la comercialización de productos agroindustriales, e impulsar políticas públicas y programas gubernamentales a partir de una planeación territorial ordenada que promueva el bienestar.
Con este proyecto, que aún se encuentra en etapa de planeación, se promoverá la inversión de proyectos locales; se facilitará el transporte de productos y servicios; se buscará convertir al sureste en una zona de comercio en puertos y aeropuertos para transportar mercancías; detonar modelos de turismo alternativo; además se ofrecerán fuentes de empleo formal y mejor remunerados; asimismo, se impulsarán programas gubernamentales para apoyar a los pequeños y medianos productores.
De ahí que este sábado, se desarrolló en el domo de la comunidad Xul-Ha la asamblea regional informativa del proceso de consulta previa e informada sobre el Tren Maya.
En esta asamblea estuvieron presentes Cristian Hernández García, coordinador general de Asuntos Jurídicos del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas; Rocío Alonso Garibay, representante de la Subsecretaría de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Segob; Francisco Gómez Orozco, director del Centro SCT de Quintana Roo; Isaías Peralta, representante de la SEP; Luis Jiménez Guzmán, representante de la Procuraduría Agraria,; Luis Alfaro Gómez de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural; Gregorio Arrellano Molina, representante del Registro Agrario Nacional; Juan Manuel López Cosío, representante de la Secretaría de Bienestar; César Daniel González Madruga de la Secretaría de Turismo; el subdelegado de Xul-Ha, Lázaro Cárdenas Anguiano; Ana Gabriela González de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano; el presidente municipal de Othón P. Blanco, Otoniel Segovia Martínez, entre otros.
Primero se realizó una ceremonia tradicional, posteriormente se nombraron tres moderadores, que fueron representantes de las comunidades. Acto seguido, se explicaron los objetivos y metodología a cargo del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
Este ejerció de participación social es un espacio de diálogo en el que se presenta el proyecto, con el propósito de que se resuelven dudas y se intercambian ideas, con la intención de que el proyecto aporte el mayor beneficio posible a estas comunidades y se respete su cultura.
Lo anterior porque el objetivo es alcanzar un consenso con las poblaciones involucradas e incluirlas en el proceso de construcción y operación del Tren Maya.
Proyecto de Desarrollo
del Tren Maya
Luis Miguel del Villar, coordinador de Medio Ambiente del Fonatur-Tren Maya, fue el encardado de exponer a los presentes la información de este trascendental proyecto.
“El compromiso del Fonatur-Tren Maya es darle información a la gente para que conozca, manifiestan sus preocupaciones y participen”. Asimismo, se presentó una “pre ruta” que está sujeta a una serie de estudios técnicos y ambientales. “La ruta sujeta resultados finales de ingeniería y señalamientos de la gente”, dijo al reconocer que aún no es definitivo y que también hay dos opciones del tren, siendo que uno alcanza los 160 kilómetros por hora y otro alrededor de 100 kilómetros por hora, dependiendo las demandas de los servicios.
Y es que el Tren Maya tiene tres vertientes de servicio de conectividad: las comunidades locales, la cuestión turística y la de carga.
Manifestó que muchas personas desconocen cómo va a impactar el proyecto del Tren Maya, por lo que se les explica que se pueden integrar con actividades productivas y turísticas.
La idea es que los ejidatarios participen siendo socios de proyectos de desarrollo mediante fideicomisos, y no se dejen llevar por el proceso especulativo por el cual venden sus tierras y terminan posteriormente quedándose sin recursos, siendo empleados de los proyectos detonados en las que fueron sus propiedades.
“El llamado es que no se desesperen y no caigan en el coyotaje. Les pedimos que no entren en la especulación inmobiliaria y que por el contrario sean socios del proyecto”.
La estación de Bacalar no
estaría en el Pueblo Mágico
De acuerdo con la proyección de las dos estaciones en la zona sur, una quedará en los límites entre Xul-Ha y Bacalar, mientras otra en Chetumal, para aprovechar el Recinto Fiscalizado Estratégico con el objetivo del transporte de mercancías.
El tren estará aprovechando el derecho de vía de las carreteras federales y la servidumbre del paso de las líneas de la CFE, aprovechando zonas ya impactadas ambientalmente.
Explicó que las estaciones permitirán un desarrollo comercial e inmobiliario y que por el momento los trazos más viables en Quintana Roo son el tramo Tulum-Cancún y Tulum-Mérida, al grado que esas serían de doble vía.
Respaldo al proyecto
Llegado el momento de la discusión del proyecto, permitiendo que hagan uso de la voz los presentes, la gran mayoría se manifestó en favor del proyecto, sólo que algunos expusieron dudas y otros aprovecharon el momento para hacer solicitudes de las principales necesidades de sus localidades.
Ambientalistas consideraron que debe exponerse de manera completa el impacto del proyecto del Tren Maya, es decir, de todo su recorrido peninsular y no segmentarlo.
Hugo Galetti manifestó que se están dejando muchas comunidades productoras fuera del trazo y consideró que lejos de invertir millones en nuevas estaciones, se ocupen de las que aún existen en otros estados.
Otros representantes ejidales pidieron ser incluidos como proveedores de durmientes que llevarán las vías del tren.
En el caso del ejido Laguna Om, se solicitó que se considere una estación y que el gobierno federal pague por la indemnización de las carreteras, siendo que ese es un punto que tiene inconformes a los comuneros que llevan años esperando este pago, a pesar de los resolutivos en su favor.
El comisario ejidal de Calderitas, Juan Carlos Poot, manifestó que se debe resolver la incertidumbre sobre la tenencia de la tierra en la zona sur, para el correcto desarrollo que traerá el Tren Maya.
Representantes de Sergio Butrón Casas señalaron que existe mucha riqueza arqueológica y natural que está desaprovechada en la zona, por lo que pidieron el impulso.
Otros comisarios ejidales manifestaron que las comunidades mantienen importantes rezagos, por lo que este ejercicio debe permitir que también se escuchen tantas necesidades en materia de infraestructura, servicios y promoción turística de la zona.
Luego de las intervenciones se efectuó la declaratoria de apertura de la fase deliberativa, en la que los representantes informarán a sus comunidades sobre lo expuesto referente al proyecto de cara a la con