Quintana Roo

De la Redacción

El hombre que durante años lideró la sangrienta “guerra contra los cárteles de la droga” en México, arrestado en Estados Unidos acusado de vínculos con el narcotráfico, usó a su antojo a los medios de comunicación del centro del país, para lucir sus “estrategias de seguridad” y manejaba cifras a modo, para posicionar su imagen y exhibir ante los medios su propia “realidad” en materia de seguridad.

Así se mostraba Genaro García Luna, quien después de una larga carrera dentro los servicios de seguridad mexicanos se desempeñó como secretario de Seguridad Pública del gobierno de Felipe Calderón, desde donde desplegaba una inusitada imagen en medios de comunicación, como soporte directo de sus acciones, aunque la realidad era totalmente contraria.

Pagaba amplias coberturas, realizaba producciones (shows mediáticos) de sus operativos, usaba a los medios del centro del país, sus elementos favoritos, y con ello construyó una “imagen” que no aceptaba críticas.

Fue desde ese puesto que García Luna impulsó una política frontal de simulado combate al narcotráfico que incluía la operación total de las corporaciones policíacas federales y la obligada participación de las Fuerzas Armadas.

Según las autoridades estadounidenses, para ese entonces el funcionario ya había recibido los primeros sobornos del Cártel de Sinaloa, que supuestamente le siguió pagando “a cambio de amplia protección para sus actividades”.

Y aunque el exfuncionario niega las acusaciones, la justicia norteamericana decidió imputarle “tres cargos por conspirar para traficar cocaína y un cargo por hacer declaraciones falsas”, según un comunicado del Departamento de Justicia.

“García Luna es acusado de tomar millones de dólares en sobornos del Cártel de Sinaloa de ‘El Chapo’ Guzmán mientras controlaba la Policía Federal mexicana y era responsable de asegurar la seguridad pública de México”, dijo también Richard P. Donoghue, fiscal federal del Distrito Este de Nueva York.

Ya antes una investigación, también se había revelado nexos cuestionables con un empresario privado de seguridad que se habría beneficiado de la guerra contra las drogas que el lideraba.

García Luna también estuvo en el centro de la polémica desatada por el célebre caso de la francesa Florence Cassez-Vallarta, una de las detenciones más mediáticas y controversiales del país y el detonante de un conflicto diplomático con Francia.

Asimismo, la polémica tampoco lo abandonó durante su tiempo en esa secretaría, pues la costumbre de mostrar ante los medios a muchos detenidos que luego resultaban absueltos fue denunciada como un abuso de derechos humanos.

Organizaciones civiles también criticaron duramente el uso de testigos protegidos en procesos judiciales, para pretender vincular a activistas y medios de comunicación con bandas de narcotráfico.

Cabe recordar que, de acuerdo con Alejandro Poiré, exsecretario de Gobernación en México de 2011 al 2012, seis de cada diez muertos en la “guerra” encabezada por el expresidente Felipe Calderón Hinojosa fueron responsabilidad del Cártel de Sinaloa. El 40% restante de las víctimas habrían sido, supuestamente, obra de organizaciones criminales como “Los Zetas, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), La Familia Michoacana, el Cártel del Golfo, los hermanos Beltrán Leyva”, etc.

Sin embargo, el gobierno encabezado por el exmandatario panista fue particularmente hostil con todas aquellas organizaciones que, según Poiré Romero, tuvieron un papel secundario en la guerra que dejó miles de muertos en todo el país.

Esto quiere decir que la organización que aparentemente tuvo mayor grado de responsabilidad fue la menos combatida y, al parecer, también la más protegida, “El Cártel de Sinaloa”.

Durante la gestión de García Luna como secretario de Seguridad Pública, la inteligencia y el poder de la SSP habrían sido utilizados para beneficiar al Cártel de Sinaloa en su guerra para arrebatar territorios, mercados y negocios a sus rivales.

El caso más extremo habría ocurrido cuando dicha organización se fraccionó y dio lugar al cártel de los hermanos Beltrán Leyva, pues fue justo ese pleito el que elevó la tasa de homicidios en el país, entre 2008 y 2009.

Cabe señalar que recientemente García Luna acaparó la atención durante el juicio de Joaquín Guzmán Loera, cuando Jesús “El Rey” Zambada García testificó y lo acusó de aceptar jugosos y millonarios sobornos del narco.

Egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana, dejó los planos de la carrera de Ingeniería Mecánica para direccionar sus conocimientos en las principales agencias de seguridad e inteligencia de Estados Unidos, España, Israel, Francia, Colombia y Japón e incluso fue candidato a la presidencia de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).

Su cercanía y confianza con el gobierno de Vicente Fox le valió para continuar en el sexenio de Calderón, aquí fungió como secretario de Seguridad y pasará a la historia como el orquestador de la guerra contra el narcotráfico que durante ese sexenio panista dejó miles muertos.